La banda almeriense Monogay reivindica en su debut discográfico todo un imaginario de simios y estridencia. “Monogaxx Planet” (Clifford Records) edifica una estética tan enigmática como resolutiva en su alambicada expresión rock. “Nuestros sueños simiescos de rebelión contra la raza humana se disiparon después de amerizar por accidente con nuestra nave en Palomares e impactar con una de las bombas termonucleares aún oculta en las profundidades marinas”. Lo taciturno de su discurso se traduce en canciones abrasivas. Piezas de grueso calibre voltaico con un pie en el noise de Nueva York y el kraut alemán. “Creemos firmemente que para avanzar primero has de dar un paso hacia atrás. El noise de Nueva York se inspiró en el krautrock alemán de bandas como Can, Neu! o Faust. Éstas, a su vez, también fueron influenciadas por la Velvet Underground”. El fantasma de Sonic Youth sobrevuela por las ocho piezas que componen su particular satélite eléctrico. Ecos de Silver Apples, The Ex, Birthday Party o The Fall en su época más temeraria. “El disco es como una foto que concentra nuestras influencias y experiencias en un momento determinado del tiempo. Lo ideal sería publicar discos de al menos un año de duración y que fueran comestibles”. Veneradores de las grabaciones de Los Sangrientos, no dudaron en solicitar la producción del ubicuo Paco Loco. “Es extraordinario, tanto a nivel personal como técnico. La conexión es total”.
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