En esta denuncia, Elden ha reclamado que lo que se hizo con él promueve la explotación sexual infantil. El demandante, quién también menciona al fotógrafo Kirk Weddle y las discográficas que están detrás de la publicación del álbum, ha explicado que ha sufrido "daños de por vida" y que sus tutores legales nunca firmaron una autorización para que pudieran utilizar cualquier imagen de Spencer "y ciertamente no de la pornografía infantil comercial que representa".
Elden ha incluido una denuncia por la distribución de materiales sexualmente explícitos, negligencia y en lo que describe como "empresa de tráfico sexual" en la que "fue obligado a participar en actos sexuales comerciales siendo menor de dieciocho años". Es por ello que el demandante solicita una indemnización por daños y perjurios, honorarios de los abogados, una orden judicial para prohibir continuar en los actos y prácticas que ha descrito y un juicio con jurado.
"Los daños permanentes que ha sufrido incluyen, pero no se limitan a la angustia emocional extrema y permanente con manifestaciones físicas, la interferencia con su desarrollo normal y el progreso educativo, la pérdida de por vida de la capacidad de generar ingresos, la pérdida de los salarios pasados y futuros, los gastos pasados y futuros para el tratamiento médico y psicológico, la pérdida de disfrute de la vida, y otras pérdidas que se describirán y probarán en el juicio de este asunto", ha afirmado en la demanda.
El padre de Spencer, Rick, era amigo de Weddle, quién le llamó para que apareciese el bebé en la portada del disco. "Bueno, voy a fotografiar a los niños toda esta semana, ¿por qué no te reúnes conmigo en el Rose Bowl y echas a tu hijo a la piscina? Y tuvimos una gran fiesta en la piscina y nadie sabía que estaba pasando", explicaba Rick en 2008. Tras este acontecimiento, le enviaron una copia de platino de "Nevermind" y un osito de peluche de Geffen Records a Spencer.
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