Más de 1.400 artistas de todo tipo se han unido en la campaña #LetTheMusicPlay para reclamar al gobierno británico ayudas para salvar las salas de conciertos de las islas. Y no estamos hablando precisamente de artistas pequeños, sino que la lista incluye nombres como los de Coldplay, The Rolling Stones, Radiohead, The Cure, Dua Lipa, Nick Cave, PJ Harvey, Johnny Marr, Dizzee Rascal, Primal Scream, Paul McCartney, Liam Gallagher, Sam Smith y un larguísimo etcétera.
Todos ellos firman una carta abierta al gobierno en el que reclaman acción inmediata para prevenir el “daño catastrófico a la industria del directo tras el levantamiento del confinamiento del Coronavirus”. La campaña se inició después de que la asociación de salas más importante del Reino Unido, Music Venue Trust, anunciará que necesitaban 50 millones de libras de inyección para salvar a un sector que genera 5,2 billones al año. Ese dinero permitiría a las salas permanecer en stand by y prevenir su cierre definitivo.
El estudio también informaba de que un 92% por ciento de los festivales también estaban en riesgo de colapso. Por eso se culpa al gobierno de ignorar la música en directo y se pide que se ayude a la industria a sobrevivir. Aunque, como bien sabemos, ese es un problema que también se está repitiendo en muchísimos países, incluida España.
No parece que en meterse en vagones de metro llenos de gente, ir a las playas abarrotadas o asistir a citas populares en los que nos encontramos con la gente apretada provoque el mismo rechazo gubernamental que la música en directo, a la que se han marcado unas normas que impiden que los shows sean rentables para la mayor parte de promotores y, por descontado, para las salas de conciertos.
De momento hay pocos festivales que hayan anunciado que no van a volver a celebrarse más y pocas salas que hayan cerrado las puertas definitivamente, pero todo lleva a pensar que durante los próximos meses habrá bajas importantes en el sector. Esperemos que las medidas de los gobiernos –también en España– decidan apoyar a una industria que genera infinidad de puestos de trabajo, impuestos y unas cifras de negocio bastante elevadas.
También los medios de comunicación ingleses están apoyando esta campaña. Sin ir más lejos, NME ha publicado un artículo cuyo titular demoledor: “Las medidas del gobierno son una auténtica mierda”, subtitulado “Para sobrevivir se pretende que las salas permanezcan totalmente cerradas”.
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