"Tenemos ganas de seguir haciendo música y seguir creciendo como banda"
Entrevistas / Vidres A La Sang

"Tenemos ganas de seguir haciendo música y seguir creciendo como banda"

Tomeu Canyelles — 24-09-2022
Fotografía — Archivo

Desde su irrupción hace exactamente veinte años y desde su debut, publicado dos años más tarde, Vidres a la Sang se han convertido en uno de los proyectos más originales y personales de la escena extrema catalana. Y “Fragments de l’esdevenir” (Abstract Emotions, 22) les muestra exactamente así. Lo estarán presentando en directo el próximo 28 de enero en Barcelona (La Nau).

Ambiciosos, imprevisibles y siempre fieles a sí mismos, su amalgama de black y death ha adoptado formas sorprendentes a lo largo de dos décadas de historia, y tras un sonado “Set de sang” (2018) –de los mejores discos que se publicaron aquel año–, regresan con su quinto álbum, “Fragments de l’esdevenir”. Hablamos con Eloi Boucherie (voz, guitarra) para conocer mejor las circunstancias que rodean a su retorno discográfico.

En el 2018, Vidres a la Sang regresasteis por todo lo alto con “Set de sang”. ¿Hasta qué punto la pandemia afectó a su promoción, gira, etcétera?
La pandemia estalló más tarde, así que para “Set de sang” no influyó de manera específica en ningún aspecto. Además, no hacemos giras ni conciertos en abundancia.

¿De qué manera impactó el confinamiento en el proceso compositivo de los cinco temas que forman “Fragments de l'esdevenir”?
La verdad es que sin la pandemia el nuevo disco no existiría. Se puede afirmar que “Fragments de l'esdevenir” está bajo la influencia directa del contexto vivido a raíz de la pandemia y toda la energía negativa acumulada derivada del tema. A mí me sirvió para canalizar en la composición del material.

"Si Vidres a la Sang cambiara su lengua, dejaría de ser Vidres a la Sang"

A veces, una de las tareas más complicadas en un disco es escoger su título. ¿Qué os hizo decantaros por “Fragments de l’esdevenir”?
Es un título que habla de las partes de un porvenir que está por llegar, que incluso en cierto modo ya forman parte del presente, que pueden ser tanto introspectivas como acerca de aspectos de la vida cotidiana en general, y que pueden ser de la incumbencia de cualquier persona o ciudadano de a pie, por así decirlo.

Una de los primeros detalles que llama la atención al oyente es la evolución del sonido. No diré que sea más prog, pero sí que las estructuras, los ritmos o las líneas de guitarra y bajo son más complejas. ¿A qué creéis que se debe?
Bueno, las estructuraciones en la banda siempre han sido complejas, pero en lo que sí coincido es que seguramente son composiciones más imprevisibles y de ahí quizá el aura prog que se le pueda sacar aún sin serlo. El sonido simplemente está cambiando porque forma parte de nuestra inquietud, ir cambiando ciertos clichés y fórmulas preestablecidas en el metal, aunque pienso que sonamos a una banda metal cien por cien igualmente. Simplemente nos alejamos del tipo de sonido imperante actual. Este camino no nos interesa.

Otro detalle que no pasa desapercibido es la ausencia de Marcos García al bajo. ¿Qué ha representado su marcha de Vidres a la Sang?
Sí, Marcos ha sido el bajista de la banda desde sus inicios, hace ya veinte años. Lamentablemente, por circunstancias internas en el grupo, las cosas no terminaron como debieran y ha sido doloroso para todos.

Para “Fragments de l’esdevenir” habéis contado con Martín Méndez como bajista de sesión. ¿Cómo empezó esta relación musical y qué creéis que ha aportado al disco?
Martín es vecino mío y un buen amigo que me echó una mano cuando supo que no teníamos bajista para la grabación. Hace años que nos conocemos y hemos cooperado y trabajado juntos en su proyecto White Stones. Martín ha aportado experiencia, fiabilidad, criterio y un sinfín de cualidades a nuestra música.

Para los directos, ¿ya tenéis pensado un reemplazo en el bajo?
Sí, aunque no podemos hacerlo oficial aún, ya que seguimos en periodo de pruebas, pero el puesto está cubierto ya al noventa y cinco por ciento seguro.

El año que viene se cumplen veinte años de la muerte de Miquel Martí i Pol, que inspiró el nombre de vuestra banda. En “Fragments de l’esdevenir” habéis continuado homenajeándolo. ¿Por qué es tan importante para vosotros este autor?
Porque sin sus textos, no existiría ni la identidad ni la calidad lírica que nos aportó su poesía desde que empezamos. Martí i Pol es el guía y la institución lírica que nos enorgullece de haber llevado a nuestro terreno musical y que hace que nuestra música suene diferente.

Os habéis consolidado como uno de los principales exponentes del metal extremo cantado en catalán. Tras cinco discos, ¿os habéis planteado hacer algún experimento en otro idioma? ¿o, por el contrario, no se entendería Vidres a la Sang en otra lengua que no fuera el catalán?
Jamás nos hemos preguntado la posibilidad un cambio en este sentido. Como muy bien planteas, si Vidres a la Sang cambiara su lengua, dejaría de ser Vidres a la Sang. No es una decisión política. Es un compromiso artístico y cultural con la lengua en la que mejor me expreso, y para la que pongo mi granito de arena para mantenerla viva.

Este año se cumplen veinte años del nacimiento de la banda. ¿Qué representa para vosotros esta celebración?
Tenemos ganas de seguir haciendo música y seguir creciendo como banda en su ámbito más puramente creativo, y mientras tengamos voluntad para ello, seguiremos celebrando más años de música y experiencias.

 

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