“La edad te da otra perspectiva de la vida"
Entrevistas / Tripulante Y Crucero

“La edad te da otra perspectiva de la vida"

Raúl Julián — 06-08-2018
Fotografía — Archivo

Tripulante y Crucero publican el que ya es su tercer disco, “Meseta Selva” (Mont Ventoux, 18), de nuevo adornado con generosas pinceladas exóticas. La banda afincada en Madrid firma un álbum agradable y cálido, que sin duda funciona a la hora de dibujar una relajada sonrisa en la cara del que escucha.

¿Qué diferencias principales diríais que hay entre “Meseta Selva” (Mont Ventoux, 18) y los dos trabajos anteriores de Tripulante y Crucero?
Aunque suene a tópico, creo que con este álbum hemos logrado hacer el disco que siempre quisimos, y es el que pensamos más nos representa musicalmente y como banda. El primer LP nos cogió un poco verdes y sin todos los medios que deseábamos, y con el segundo, a día de hoy consideramos que se nos fue un poco la mano en la experimentación con sintetizadores, loops, etc.

"Creo que seríamos totalmente incapaces de ir a un local de ensayo a tocar canciones como las que ya hacen decenas de bandas de forma constante y repetida".

¿De dónde ha venido la inspiración para componer las nuevas canciones? ¿Qué os ha motivado en la creación de este nuevo disco?
Nos encontramos en un momento de mayor madurez en el que afrontamos la música desde otro punto de vista. La edad te da otra perspectiva de la vida y de qué es realmente importante. Lo que pueda considerarse o no “moderno”, por ejemplo, nos da absolutamente igual. Nos motiva más que nunca la búsqueda y reinterpretación propia de ritmos y sonidos que encontramos en viejos discos brasileños, africanos, tropicales o de jazz.

Precisamente, en el álbum vuelve a haber generosas pinceladas exóticas... ¿De dónde tomáis concretamente este aspecto de vuestra música? ¿Qué influencias tenéis en este sentido?
En el caso de Javi, el haber nacido y vivido en Canarias, como archipiélago puente entre tres continentes (Europa-América-África) y con sus propias particularidades, siempre me ha influido mucho. Ernesto, como melómano empedernido y que lleva toda la vida pegado a la radio, siempre le han influido mucho emisoras como Radio3, en las que pasabas de escuchar cualquier novedad musical a escuchar programas de músicas del mundo como los de Rodolfo Poveda o Carlos Galilea. Igualmente, discos como el “Graceland” de Paul Simon en los 80 y su forma de trabajar las canciones rítmica y musicalmente, le han interesado mucho desde siempre.

Me gusta la aparente inocencia de “Meseta Selva” ¿Vosotros veis ese elemento en el disco o es cosa mía? ¿Qué pensáis que puede llegar a generarlo?
Solemos considerar nuestra música como una ventana, un ofrecimiento o invitación a escapar o transportarte lejos de tu día a día. Cuando alguien nos lo comenta, nos sentimos cómodos, nos gusta que alguien nos diga que nuestra música le ha ayudado a evadirse de sus problemas por un momento. Evidentemente no somos ese grupo que quieres escuchar cuando quieres entroncar con una pérdida, un desamor, o cuando buscas ese mensaje claramente contestatario. Igualmente hay temáticas que se repiten en las canciones y que están muy presentes, tal vez de una forma algo subliminar: el paso de la vida y sus retos, la edad o la nostalgia.

Mis canciones favoritas del disco son “Tropicalia”, “Amanecer” y, sobre todo, esa “Meseta Selva” que da título al disco ¿Qué podéis contarme acerca de cada una de ellas?
“Tropicalia” es una bossa nova en homenaje al movimiento Tropicalista de la segunda mitad de los 60 en Brasil. No sólo a su música sino también a su papel social, cultural y político, tratando también de hacer un guiño a nuestra sociedad actual. “Amanecer” es una canción basada en los ritmos y sonidos de la costa oeste africana, un tipo de canción muy presente en nuestros discos, y que reflexiona sobre la experiencia que debe ser dar a luz una nueva vida y ser padre. “Meseta Selva” es sin duda la canción más pop del disco, con un punto 80’s, y que habla realmente de lo que es vivir en Madrid. Una urbe de cemento sin vegetación, de veranos sofocantes, que esconde a su vez de alguna manera su propia selva y criaturas, con un exotismo que consideramos propio y particular.

Vuestro disco no cambiará el mundo, pero sí que es capaz de convertirlo en un lugar más agradable durante un pequeño espacio de tiempo ¿Cuáles son las expectativas reales que tenéis con este trabajo?
Somos totalmente conscientes de que somos un grupo pequeño que navegamos estilísticamente entre varias aguas, y que esto tiene sus pros pero también sus contras. Esperamos simplemente que la gente se acerque a nuestra música con la mente y la mirada abierta más allá de estilos, modas o gustos predeterminados. Por otro lado, tenemos muchas ganas de tocar lo más posible en directo y que el público venga a pasar un buen rato con nosotros. Si somos capaces de convertir el mundo en algo más agradable durante la escucha del disco, entonces ya estamos cambiando el mundo a nuestra manera ¿no?

Decía yo en la reseña de “Meseta Selva” para Mondo Sonoro, que un sol cálido y agradable siempre parece brillar en el horizonte de Tripulante y Crucero… ¿Qué efecto pretendéis conseguir con vuestra música?
Vivimos en una sociedad repleta de problemas sociales, políticos y económicos, en la que consideramos que la actitud para afrontar cada una de nuestras luchas diarias, es clave. Ese sol cálido pretende que valoremos las pequeñas cosas que nos hacen felices, las disfrutemos, nos sintamos agradecidos, y que todo ello a su vez nos de fuerzas para pelear y luchar por aquello que lo merece, y que por supuesto, no podemos olvidar.

Diría que uno de los factores para que Tripulante y Crucero funcione como lo hace podría ser cierta despreocupación de lo más natural al hacer vuestras canciones ¿Es así? ¿Cómo es el habitual proceso compositivo en el grupo?
Normalmente trabajamos primero toda la parte instrumental y al final las letras. Disfrutamos mucho de la parte musical, cada canción suele tener su propio universo y es raro encontrar dos canciones parecidas dentro de un mismo disco. Es casi como un juego para nosotros. De repente uno de los dos descubre una melodía, un patrón rítmico o un sonido en un disco raro o antiguo que nos encanta, y nos da una idea sobre la que construir una canción.

El alma pop de las melodías también es algo que siempre está ahí... y vuestra música suele dibujar una sonrisa satisfactoria en la cara del que escucha ¿Es el logro de ese efecto agradable una de las prioridades cuando hacéis música?
Evidentemente por mucho que nos pueda gustar la música brasileña, africana, latinoamericana o tropical, no dejamos de ser un grupo de melodías pop, que ha escuchado toda su vida música anglosajona. Nos sale de forma innata, no lo buscamos de una forma deliberada. Aun así, en este disco y con respecto de los anteriores, hay muchas más canciones con acordes y melodías que son menos luminosas y que transmiten más sentimientos de introspección o nostalgia.

Hablamos de una banda de popularidad moderada dentro de la actual escena independiente... ¿Qué supone para vosotros tener un grupo?
Un placer absoluto por hacer aquello que te llena e ilusiona, pero a su vez también una lucha constante. El paso de los años y el asumir cada vez más cargas profesionales o familiares hace que muchos músicos y compañeros se queden por el camino. Hay músicos absolutamente brillantes que, por sus obligaciones y falta de tiempo, no se pueden dedicar a su pasión, ya que no les reporta directamente un retorno económico.

Vosotros sois un grupo sin duda peculiar... ¿Creéis que la escena nacional está demasiado alineada? Ya sabéis: con los mismos grupos repitiéndose en todos los festivales y otro buen montón de ellos queriendo sonar como los anteriores...
Sí que lo pensamos, pero a su vez tratamos de ser cautos y humildes en estos temas, ya que no somos nadie para decirle al resto qué es lo que deben hacer o escuchar. En nuestro caso personal, hay una gran parte que directamente nos aburre y nos cansa, pero esta es una conclusión a la que debe llegar cada uno de forma individual. Creo que seríamos totalmente incapaces de ir a un local de ensayo a tocar canciones como las que ya hacen decenas de bandas de forma constante y repetida, nos daría demasiada pereza. Igualmente, apenas asistimos ya como público a ningún festival por las mismas causas.

¿Habéis presentado ya las nuevas canciones en directo? ¿Qué tal han funcionado? ¿Cómo serán los próximos conciertos de Tripulante y Crucero?
Al igual que hemos hecho por fin el disco que siempre quisimos hacer, nos está pasando algo similar con los directos. Nos los estamos tomando con más calma en este álbum, ya que queremos que nuestros directos reflejen más que nunca el sonido y toda la instrumentación de nuestros discos.

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