“Sharon Van Etten & The Attachment Theory” es un disco en el que la artista deja en segundo plano su figura para mostrar un trabajo hecho plenamente en equipo. De la casualidad de empezar a improvisar, algo que a Van Etten no le gustaba hacer, surgió la semilla del nuevo disco, que cuenta con la producción de Marta Salogni (Björk, Bon Iver, Depeche Mode). Son ya más de quince años de una más que sólida trayectoria musical que incluso ha pasado por la gran pantalla en apariciones como intérprete en series como “The OA” o en la célebre “Twin Peaks” en 2017 tocando su canción “Tarifa”. Ahora, la que es una de las voces del indie más reconocidas a nivel mundial, experimenta con toques electrónicos y habla de temáticas como vivir eternamente o la tristeza de ya no conectar con personas queridas. Van Etten potencia la posibilidad de hacer algo colectivo, algo en lo que cree también a nivel social, especialmente con los movimientos políticos recientes.
¿Cómo fue la experiencia de escribir y grabar todo el álbum con tu banda, The Attachment Theory, por primera vez?
En realidad, lo hicimos sin planear. Hacía mucho tiempo que no estábamos en la misma habitación después del último álbum, así que pensé que una buena manera de reconectar sería alquilando un espacio que pudiese alojar a todo el mundo cerca del desierto de Coachella Valley, en California. Cada mañana desayunábamos juntos, ensayábamos, parábamos para comer, hablábamos sobre qué tal estaba yendo el día, volvíamos a ensayar hasta la noche, cenábamos y veíamos una película. Era como un pequeño campamento de banda. Estuvimos tocando todas las canciones del último álbum, y al final de la semana nos sobraron un par de horas, así que les pregunté si querían hacer una jam. Sé que esa palabra puede tener connotaciones negativas, pero me estaban encantado los sonidos a los que estábamos llegando juntos. Hicimos una pausa y estuvimos improvisando durante dos horas, de las cuales sacamos dos canciones nuevas sin haber forzado nada. Recuerdo que me fui con las dos grabaciones de esa sesión a casa y vi que así quería hacer el nuevo disco. Para el nuevo disco, alquilamos de nuevo ese mismo espacio durante toda una semana para reanudar el proceso dónde lo dejamos y escribir.
"Lo único que puedo hacer es hacer las cosas que se me dan bien: dar apoyo a mi comunidad local, a mi familia y en la música"
Dices que fue la primera vez que mencionaste la palabra “jam” y que puede tener connotaciones negativas. ¿Por qué crees que esta vez te salió proponerlo?
Creo que a veces se puede relacionar con una persona en la esquina de una fiesta tocando una canción con la guitarra. Con el tiempo, he visto que si quieres mejorar tienes que estar en una habitación con gente que sea mejor que tú, aunque eso te pueda intimidar. Cada uno tiene diferentes lenguajes, y creo que cuando escucho cosas interesantes soy buena en ir guiando a la banda. Cuando estuvimos juntos en esa habitación fue simplemente muy natural y orgánico. Creo que todo el mundo se sintió escuchado y respetado. No necesitamos demostrarnos nada el uno al otro.
Parece que conectasteis como una familia.
¡Totalmente! Parte de la broma con el nombre de The Attachment Theory es que cuando estás de gira con una banda creas dinámicas familiares. Siempre que vas de viaje con alguien, ese viaje transforma la relación que tienes con esa persona a algo más elevado. Cuando estás en un grupo de gente, te conviertes en un organismo colectivo y te apoyas en el otro cada día. Para girar tanto, necesitas un grupo de gente con la cual conectes.
Si bien la composición de la melodía fue puramente colectiva, ¿cómo fue la creación de las letras? ¿Es algo que también hicisteis toda la banda junta?
Todavía soy yo quien escribe las letras a mi manera. Una vez veo que todo el mundo está cómodo en la forma, apunto palabras y frases que me vienen a la cabeza y veo que lo que me viene es normalmente de conversaciones que hemos tenido como grupo. Quiero que todo el mundo se sienta representado.
¿De qué ideas venían estas letras?
Por ejemplo, “Live Forever” es una canción que escribimos en una sola toma. Fue una de esas cosas que pasa súper rápido. Justo acababa de leer un artículo sobre un experimento que habían hecho con ratones a los cuales les inyectaron un suero que puede regenerar las células que les hacen envejecer. Básicamente, si tomas eso a los cincuenta años te invierte la vejez. Pero si lo tomas antes, puede tener el efecto contrario. Estaba hablando con la banda sobre aquello de manera filosófica y nos preguntábamos si querríamos vivir para siempre y por qué. A mí eso me asusta: habría demasiada gente. ¿Qué calidad de vida tendríamos? A la vez, me siento culpable porque me gustaría ver a mi hijo crecer. Pero, a la vez, siento que se nos ha puesto en este mundo para morir. Fue una de esas conversaciones que tuvimos justo entrando al estudio, así que simplemente fui al micrófono y empecé a cantar.
También tratas otros temas como “Trouble”, que habla sobre coexistir con personas que quieres pero con las cuales ya no compartes ideas.
Empecé escribiéndola pensando en las dinámicas con mis hermanos, mi pareja y las que mi banda tiene con sus familias sobre conversaciones sobre leyes y política. Por ejemplo, quiero muchísimo a mis padres, pero hay cosas que no les puedo contar porque no podrían asumirlo. Como madre, también lo entiendo. Me parece tan irónico ser tan cercano a alguien y, a la vez, no poder hablar de ciertas cosas con esa persona.
En este sentido, ¿cómo has recibido las últimas noticias políticas de tu país?
Estamos devastados por quien gobierna y cómo nos va a afectar. Pasa en muchos países: no nos representan quienes están en el poder. Tengo que empezar a pensar por los míos y por aquello por lo que puedo tomar acción en el día a día. Yo no le he votado y no me siento segura si miro la situación general, pero tampoco puedo vivir así. Creo que lo único que puedo hacer es hacer las cosas que se me dan bien: dar apoyo a mi comunidad local, a mi familia y en la música.
¿Cómo fue la producción con Marta Salogni? Ella aportó una visión importante en cuanto a la parte electrónica.
Es gracioso porque nos conocimos en la boda de un amigo. No conocía mucho su trabajo, pero estaba fascinada con su personalidad. Explicó una historia curiosa: encontró la tienda de helados a la que Brian Wilson iba, dejó un sobre con dinero y le dijo a la cajera de la heladería si podía comprarle un helado la próxima vez que Wilson fuera. Es muy apasionada y amante de la música, pero a la vez muy centrada. Trabaja mucho con sintetizadores, pero también ha hecho mucha experimentación. Me preguntó qué objetivos tenía en este disco, y le comenté que quería tener un disco en el que todos tuviéramos una participación igualitaria con la banda. Me escuchó y encontramos dos estudios: el de Peter Gabriel y The Church en Londres. Sentí que este era un álbum específicamente de Londres. Quería sentirme conectada con la banda, vernos todos en una sala grande, hacer contacto visual y obviamente influenciarnos de un estudio como The Church.
Este álbum llega tras más de quince años de carrera. ¿Qué es lo más importante que has aprendido en el camino?
Confiar en la gente que me rodea y retarme a mí misma. Demostrar el amor y la fe que esa gente ha puesto en mí.
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