“El hooligan folk es más una actitud que un estilo”
Entrevistas / Reina Roja

“El hooligan folk es más una actitud que un estilo”

Javier Sánchez Díaz — 05-12-2022
Fotografía — Archivo

El grupo madrileño Reina Roja –no confundir con los valencianos del mismo nombre– acaba de publicar “Hooligan Folk” (RockCD, 22), un disco en el que reconocen influencias de artistas como Dropkick Murphys o Flogging Molly a caballo entre el folk, el rock y el punk, y en el que colaboran incombustibles del panorama nacional como Reincidentes o Envidia Kotxina.

Sobre su proyecto musical charlamos con Gonzalo Millán (1988), cantante y letrista, quien nos cuenta que en España aún hay muy pocos grupos de su género.

Reina Roja mezcla rock con folk de aires celtas. Explicadnos eso de “hooligan folk”.
Nos identificamos más como punk rock y el subgénero correcto sería celtic punk o punk folk. “Hooligan folk” es un término que hemos acuñado nosotros para nuestro estilo, pero es más una actitud. Lo definimos como ese ambiente de camaradería que se genera en unas fiestas de barrio, en un bar de punk o de rock. Son ambientes llenos de festejo y ganas de pasarlo bien, pero al mismo tiempo son sitios en los que comentas los problemas del día a día, donde no se pierde nunca esa visión crítica.

¿Cuáles son las Influencias del “hooligan folk”? Las internacionales, pero también nacionales, ya que en España vuestro género es menos habitual.
Las influencias internacionales están más claras, efectivamente. Es un género con mayor recorrido internacional. Dropkick Murphys y Flogging Molly son dos de los grupos que más nos influencian, pero también The Rumjacks o Real McKenzies. En cuanto al punk rock estatal, están desde clásicos como Extremoduro o Platero, hasta bandas más punk rock o hardcore como Habeas Corpus u Obrint Pas, que a mí me han influido muchísimo. En el disco hay además ejemplos con las colaboraciones de Reincidentes o Envidia Kotxina. Pero si me preguntas por bandas de nuestro estilo en España, hay muy poquitas. En Madrid están Brutus Daughters; en Toledo, Fatty Farmers; en Cataluña, Ebri Knight; en Galicia, Bastards On Parade; en Aragón, 13Krauss...

"Las canciones de Reina Roja presentan un equilibro entre esa tradición irlandesa que, por un lado, habla de temas de su mitología y tradición popular, y por otro, es una tradición combativa"

¿De qué tratan las canciones de “Hooligan Folk”?
Las canciones de Reina Roja presentan un equilibro entre esa tradición irlandesa que, por un lado, habla de temas de su mitología y tradición popular, y por otro, es una tradición combativa, propia de la trayectoria histórica de Irlanda. Por ejemplo, “Lo que nunca fuimos” es una canción que habla de los roles impuestos, de un sistema en la cual asumimos un papel en la sociedad por el cual nos levantamos y nos disfrazamos todos los días para ir, en la mayor parte de los casos, a un sitio al que no queremos ir y para hacer unas cosas con las que no comulgamos. “Barriles de revolución” trata de una revuelta popular. Se identifica más con la Revolución Francesa, que no deja de ser un tema extrapolable a muchos escenarios que se han repetido a lo largo de la Historia. Habla del pueblo diciendo “basta”. “Johnny, ¿qué ha pasado?” se enfoca también en otro tema muy recurrente, las huelgas de la clase trabajadora… aunque en España hace mucho tiempo que no sabemos qué es eso. Supone un guiño a los movimientos de los mineros en los años ochenta con Margaret Thatcher y de cómo estos se unieron a otros colectivos como el colectivo gay.

¿Se ha hecho lo posible por apagar la llama del rock en la vida urbana y en festivales con respecto a los años ochenta y los noventa?
Bueno, es un poco distinto en cada comunidad autónoma. Extrapolar nuestra experiencia [como madrileños] a otras comunidades no es correcto. En Valencia o Euskadi, la escena de la música en directo sigue siendo muy candente. Y, además, algo que es fundamental, la gente va a conciertos de grupos que no conoce y no le importa pagar por verlos. Creo que en Madrid estamos más maleducados, en este sentido. Sólo vamos a los sitios cuando es una apuesta segura, cuando sabemos que vamos a ver algo que conocemos.
A nivel estatal, creo que las salas antes apostaban más por las bandas. Desde la última década, funcionan más como un negocio. Ponen condiciones, en muchos casos, abusivas a las bandas. Que una banda tenga que pagar 300 euros a una sala por tocar, para asegurarle que no a va a perder dinero, es una contradicción. Porque al final las salas tienen que ser atractivas y tener una agenda interesante… No puede ser que funcionen como si alquilasen un local. Las salas no dan toda la oportunidad a las bandas emergentes. El circuito okupa funcionaba muy bien para esto antes, pero se está viendo muy mermado. Se están cerrando muchos centros. Y luego está el concepto de la gratuidad de la música, hacer música es un objetivo en sí mismo. Las bandas no deberían tocar gratis o estar mal pagadas.Y los festivales seguirán estando ahí y se seguirán llenando, porque la gente seguirá pagando por ver el cartel de hace veinte años, pero a un grupo nuevo le costará mucho más llegar. No se fomenta un relevo generacional, las agencias de management tampoco lo ponen fácil. Va todo el mundo a lo seguro.

¿Creéis que las letras son cada vez menos reivindicativas o explícitas en el rock, frente a otros géneros como el rap?
No, yo creo que el rap ofrece una libertad que no ofrecen otros géneros. El rap permite casi hablar, recitar, no se ve encorsetado por unas métricas. Estoy pensando en Los Chikos del Maíz. Tienen unas letras muy directas y pueden incluir muchísimas cosas en cada una de sus canciones, no tratar un solo tema. El estilo da pie a ello. En cuanto al rock, los mensajes contestatarios que podía tener eran más suaves. El punk es más directo. El rock puede jugar con un discurso más metafórico. Dejas que la gente interprete las letras y no se lo das todo mascado. Creo que cada género sigue en su punto, pero sí puede ser, que algunos grupos se hayan relajado. No sé si es por la edad, cuando superas los cuarenta. Supongo que nos pasa a todos.

¿Hay próximos conciertos a la vista?
Acabamos de actuar en Barcelona, en las Fiestas de Santa Coloma, y esperamos algún concierto más en Madrid para poner el broche a este año. Hemos tocado últimamente en las Fiestas de San Blas, en el barrio de Argüelles, en Manoteras… Para el próximo año queremos salir más de Madrid, ya estamos hablando con gente de País Vasco y Valencia, para darnos a conocer fuera.

¿Qué consejo les darías a los jóvenes que estén empezando en un género similar al vuestro, o del rock y el punk?
Que tengan constancia. Al final, las bandas tienen idas y venidas, hay momentos en que se van componentes, hay gente que pierde las ganas… Pero si tú tienes ganas de hacer música, vas a encontrar la forma de hacerla. Por mucho que tengas malas experiencias y a veces digas “tiro la toalla”, cuando vayas a un concierto o a unas fiestas, siempre te entrará el gusanillo.

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