Misionaria underground

Con tan sólo veintidós años, la británica en tiempo récord se ha convertido en la musa del dubstep más accesible pese a ser algo más que eso. Alineando el terreno para que las masas sean conocedoras de la electrónica que se cuece en su país, la joven debuta en España en el marco del Sónar, festival en el que presenta “On A Mission”.

Simon Cowell se está tirando de los pelos. Acostumbrado a relanzar en Inglaterra productos prefabricados de consumo masivo, debe ser el primero en preguntarse el éxito de Katy B. ¿Puede el dubstep (dejando a Magnetic Man al margen) convertirse en un género de masas? ¿Cabe la posibilidad de que los cánones del pop palomitero reinterpretados bajo el patrón del drum & bass o el UK garage tengan la opción de resurgir de los escenarios underground en los que se gestaron? La respuesta se halla en esta joven londinense de veintidós años que ha ensamblado los actuales patrones que marcan la batuta de esa escena del clubbing anglosajón que, a primeras, impide el derecho de admisión a la clientela carente de buen criterio. La jugada de sacar a flote la banda sonora noctámbula de las minorías le ha salido redonda. “Simplemente hago las canciones que me gustan, aquellas que desde hace años he oído cuando he salido de fiesta. El proceso ha sido muy natural, pero le debo mucho a la sabiduría de mi equipo de productores”, confiesa con su acelerada verborrea desde el otro lado del teléfono. Tal declaración le honra. Siendo la protegida de Geeneus (uno de los capos de Rinse FM) o Benga (una de las puntas del tridente de Magnetic Man, a quienes prestó sus cuerdas vocales para “Perfect Stranger” y “Crossover”), Katy se ha dejado aconsejar por el buen hacer de algunos de los artistas que en la actualidad están redactando un nuevo capítulo en la historia de la música electrónica. “Me siento una afortunada al poder trabajar con productores que saben bien lo que se hacen. Consumen una increíble cantidad de música y siempre exploran un sinfín de sonidos. Esto es precisamente lo que quería: un disco que no se ciñera a un estilo concreto y que refleje aquello que bailo y oigo en casa”.

No piensen que Katy B es una marioneta. La británica participa activamente en la toma de decisiones y firma todas las letras de su debut “On A Mission”. “Que escriba mis propios temas creo que es algo irrelevante. No es por dar nombres, pero hay cientos de grandes artistas que admiro que nunca se han enfrentado a la hoja en blanco y no por ello deben considerarse peores. En mi caso escribir es algo placentero. Amo cantar todo aquello que realmente siento sobre un escenario”. El camino hasta la materialización del álbum no ha sido fácil para ella. Rebuscando huecos en su agenda, Katy B compaginó las maratonianas sesiones de estudio con su Grado de Música Popular en la Universidad de Londres. “Me comprometí conmigo misma a terminar mis estudios mientras preparaba el disco. Geeneus era consciente de lo ocupada que estaba y fue el primero en entender que no podía dedicarme al álbum al cien por cien. Haciendo malabarismos pude terminar finalmente ambas cosas”. Teniendo presente la coctelera de géneros e influencias que se pasean por su disco, ¿no le molesta que todos se empeñen en ponerle el cargo honorífico de “reina del dubstep”? “Como carta de presentación no me disgusta aunque no sea del todo cierto. Las canciones realmente van desde el house hasta el funk. Sin embargo, entiendo que la prensa me coloque esta etiqueta para darme a conocer”. Pese a que su nombre ha invadido el territorio inglés (alcanzando, incluso, el segundo puesto en las listas de ventas), ella sigue saliendo de fiesta siempre que sus obligaciones laborales le dan carta libre. Se toma su meteórico ascenso mediático con pies de plomo y lo único que le preocupa es la tangada de festivales en los que participara en los próximos meses. Como por ejemplo el Sónar, donde aprovechará la ocasión para realizar su puesta de largo en la península. “Estoy ansiosa. Muchos amigos míos van desde hace años y me han hablado maravillas tanto de la ciudad como del festival”. Puede estar tranquila, la recibiremos con los brazos abiertos.