LA PASION DE LOS FUERTES
EntrevistasKrust

LA PASION DE LOS FUERTES

Half Nelson — 28-12-1999
Fotografía — Archivo

En una ocasión dije en estas mismas páginas que Roni Size era un tipo orgulloso. Kirk Thompson también lo es, pero mientras Size lo es por lo que ya ha hecho, Krust (ya sin el prefijo DJ) lo está de lo que va a hacer. Ambos forman el núcleo duro del colectivo Reprazent, que asistió al parto de «New Forms», la piedra sobre la que se edificó la iglesia de ese drum’n’bass que reivindica el soul y el jazz como alimento de su espíritu. “Coded Language» (Talkin’ Loud/Universal/So Dens) es el primer Lp de Krust y un nuevo motivo de orgullo para la ciudad de Bristol, la culminación de una década de oro que ha grabado el nombre de la ciudad a fuego en las páginas de la historia. Al principio, DJ Krust ya estaba allí. «Hasta ahora no había encontrado el momento ideal para lanzar todo un Lp. Al principio, conocí a Roni, empecé a pinchar y a producir: cosas para Full Cycle, el álbum «V Classics»… Siempre llega el momento para cada cosa». Pero no estamos ante una recopilación de sus mejores ideas a lo largo de esos años en el mundo de la música, ya de por si llena de momentos brillantes, como el maxi «True Stories/Cold War», pero que necesita del álbum para llegar a un público mayoritario. «Todos los temas son nuevos, no hay ninguno que provenga de maxis anteriores. Intento reflejar mi personalidad y no hacer algo que ya esté hecho o que pueda hacer cualquiera. Pasará igual con los de la segunda parte que saldrá después de Navidad». Como veis Krust está dispuesto a recuperar el tiempo, no perdido, sino invertido: fundador del sello Full Cycle (junto a Size), siempre solvente en su paso por V Recordings («Jazz Note», «Maintain»...) y Dj de culto entre los mismos Dj’s. A pesar del título, el mensaje de «Coded Language» está al alcance de todos gracias a la furiosa arenga del actor (protagonista de la ‘invisible’ Slam) y street poet Saul Williams, que cabalga los febriles beats del tema titular como un auténtico iluminado. Pero, ¿cuánto hay de Krust en ese tremendo discurso que mezcla música y política, literatura y hip-hop? «Absolutamente todo. Saul habla de política, de música… de todo. Fue fascinante oírle decir cosas que, de pronto, comprendía que estaban en mi interior sin que yo lo supiera. Ahora está trabajando en su propio Lp en el que yo colaboro». Pero el peso del disco lo lleva la vocalista Morgan (ex A Guy Called Gerald), su voz es la conexión jazzística («Re-Arrange» bien vale una misa) que convierte «Coded Language» en una pieza de artesanía futurista. ¿De donde viene esa inflexión clásica? «Es algo natural. Me gusta rodearme de gente que quiere dejar huella. La conozco desde hace cuatro años, pero hemos necesitado todo este tiempo para saber lo que uno puede dar al otro. Ahora simplemente estamos rozando lo que queremos alcanzar». Ya ha quedado claro que Kirk Thompson es un tipo paciente, capaz de practicar diariamente con sus músicos durante meses hasta reproducir el sonido que él imaginó. Además, en lo que parece una auténtica tradición en la última hornada de música electrónica, también en este disco se usan ampliamente las secciones de cuerda. Tal es su protagonismo que incluso hay un tema, el intrigante «One Moment», en clave de amenazadora música contemporánea sin ningún tipo de añadido electrónico, digno de un score de Bernard Hermann para una película de Alfred Hitchcock. Naturalmente, él no le da importancia. «Para mí, todos los temas son iguales. Lo que intento es meter cubos en agujeros redondos, hacer un tema muy duro y poner una orquesta encima y después una cantante, un batería, un guitarrista, un bajista… Eso es lo más difícil, ponerlo todo junto y que suene como yo lo imaginé». Al final, aprovecho su amabilidad para interesarme por las relaciones en el seno de Reprazent. «El colectivo era algo que necesitábamos para expresarnos: fuimos reclutando a la gente que necesitábamos y la hicimos parte del proceso. Fue mucho mejor que involucrar puntualmente a gente que no estuviera en la escena previamente, que no supieran lo que era el drum’n’bass, que no tuvieran la mente abierta, porque el drum’n’bass es justo lo contrario». El espacio se acaba, nos despedimos, Krust me pone sobre aviso acerca de los nuevos maxis de Roni Size y del nuevo fichaje D-Product (ya en la calle) y me anuncia que, en el 2000, habrá álbumes de MC Dynamite, Morgan y Reprazent. Por fin un motivo para celebrar la llegada del maldito 2000.

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