"Cuando el estudio se inundó tuvimos que empezar de cero. Fue muy duro"
Entrevistas / Hookworms

"Cuando el estudio se inundó tuvimos que empezar de cero. Fue muy duro"

Ignacio Serrano — 13-04-2018
Fotografía — Archivo

Los de Leeds siempre han ido bien cargados de sintetizadores, pero tanto Pearl Mystic (2013) como The Hum (2014) mantenían una esencia orgánica que no caracteriza su tercer trabajo, Microshift (Domino / Music As Usual, 2018). Microshift es un producto mucho más de estudio que de local con nueve cortes que, eso sí, insisten en el trance repetitivo que siempre ha estructurado el ADN de Hookworms. Podría pensarse que su parón de cuatro años se debe a lo complejo del proceso de mutación y ciertoes, pero... hay algo más. En 2015, la tormenta Eva, que asoló el oeste de Inglaterra, se cebó con el área de Kirkstall, donde tienen su estudio de grabación, y los componentes de Hookworms lo perdieron absolutamente todo. Instrumentos, ordenadores, amplificadores, mesas de mezclas… Afortunadamente, la solidaridad les ayudó a recomponerse del desastre y gracias a ella tenemos entre manos un álbum realmente espectacular. Nos lo cuenta su guitarrista, Sam Shjipstone.


Parece bastante claro que Microshift abre un nuevo horizonte para vuestra banda, ¿no crees?
Lo que yo estoy diciendo en las entrevistas es que es el álbum más diferente a lo que la gente suele esperar de Hookworms, pero eso me gusta más. Definitivamente abre un nuevo horizonte, sí, porque no es sólo romper con lo anterior, sino marcar un camino para el futuro.

Ya no buscáis capturar vuestro sonido, vuestra energía en directo. Esto va de otra cosa totalmente distinta.
Así es. En cuanto al proceso creativo sobre todo marca la diferencia con The Hum, que fue un disco que trabajamos muy duro en el local tocando y grabando todos juntos. Microshift es un disco de laboratorio, que en parte conecta con nuestra forma de trabajar en Pearl Mystic, pero está mucho más basado en el trabajo con ordenadores.

¿Cada miembro hizo trabajo separado?
Muchas partes se han trabajado de forma individual para después ponerlas todas en conjunto. Sin embargo, la forma de crear la música no ha sido tan diferente, porque nosotros siempre establecemos un patrón rítmico con una pequeña sección melódica que se repite, y en eso hemos trabajado igual que en los discos anteriores. Pero a partir de ahí, esta vez se han trabajado muchas partes por separado. Creo que en el resultado se nota que hay algo más que unos tíos dándole vueltas a un ritmo, que hay más subtexto.

En ese sentido, este disco es el que más sensación de libertad da.
Me alegra escuchar eso, lo has apreciado. La composición de estas canciones nos ha llevado tres años, un tiempo que ha abarcado momentos muy variados de nuestros vidas. Por eso no hemos tenido ningún miedo en hacer que el disco oscile con naturalidad entre las partes más optimistas y las más oscuras. Porque es lo que hizo nuestra vida durante esos tres años.

Vuestros dos primeros discos fueron muy bien recibidos. Pero el tercero no ha supuesto presión, por lo que das a entender.
Tenemos la suerte de no depender del grupo para sobrevivir. De ser libres en ese sentido. No es nuestro trabajo principal, así que la presión nunca llega a ser agobiante, ni de parte de nuestro sello ni de nosotros mismos. Pero lo cierto es que si hemos pasado por algunos momentos en los que hemos estado un poco nerviosos, con incertidumbre sobre lo que iba a salir como resultado de todo el proceso. Eso nos hizo corregir algunas cosas sobre la marcha. Por ejemplo, cuando todo ya estaba bastante avanzado nos dimos cuenta de que las voces sonaban demasiado bajas y lejanas, como han sonado en nuestros discos anteriores, y nos dimos cuenta de que esta vez no podía ser igual. Este disco es muy diferente, y necesitaba un tratamiento vocal diferente, más abierto y directo.

“Se está produciendo un cambio cultural respecto a lo que hay que contar en una canción pop”

El porqué de la esencia eminentemente electrónica del disco, ¿tiene que ver con la música que habéis estado escuchando más últimamente?
Tiene mucho que ver con eso, sí. De hecho diría que esa es la razón principal de que hayamos decidido hacer un álbum más electrónico. Porque fue una decisión premeditada, no surgió sobre la marcha. En gran medida la semilla de todo esto la puso nuestro bajista MB, que hace unos meses comenzó un nuevo proyecto de música electrónica llamado XAM Duo, con el que ha hecho ya varias grabaciones. Invirtió bastante tiempo y dinero en ello, y ese trabajo nos ha servido mucho para los planteamientos de Microshift.

Lo que permanece como marca de la casa Hookworms es el loop, la repetición. ¿Ha sido muy diferente trabajar ese elemento con ordenadores?
No, no ha habido ninguna diferencia. Yo lo he sentido como un proceso muy parecido, exactamente igual diría. La repetición no puede cambiar mucho, ¡jajaja!

¿Qué atmósfera crees que generarán estas canciones en directo? ¿También muy diferente?
Nosotros siempre actuamos como una banda ruidosa e intensa, y cuando presentemos estos temas vamos a ser fieles a esa actitud, intentando llevarlas hasta el límite. Incluso las canciones más tranquilas, como Each Time We Pass, las convertiremos en una explosión para sacudir a la audiencia.

Ullswater habla sobre la enfermedad de Alzheimer. ¿Es quizá una de vuestras canciones más personales?
Nuestro cantante Matthew Johnson siempre compone letras muy personales, y es verdad que esta quizá sea una de las más personales que ha escrito. Yo creo que ha hecho un trabajo formidable con esa canción. Está hablando de su padre, que está pasando por un proceso que te rompe el corazón como hijo. Todos podemos sentirnos identificados con él, porque ya sea dentro o fuera de la familia, cuando nos hacemos mayores al final siempre acabamos estando conectados a algún caso de Alzheimer. Es la enfermedad moderna por antonomasia, o una de ellas al menos.

Otra de ellas es la depresión, de la que Matthew también ha hablado en muchas canciones. ¿Hasta qué punto crees que rememora esos sentimientos cuando canta en directo?
Sé a lo que te refieres, pero eso en realidad nunca ha sido un problema para él, ni para nosotros como banda. Tenemos formas de pensar parecidas, y todos entendemos que escribir con esa honestidad y sinceridad otorga un gran poder a las canciones, y tratamos de aprovechar eso en el escenario.

Sinceramente, creo que vuestras letras destacan en la escena pop actual.
Muchas gracias. A veces es difícil no bordear la línea de la pretenciosidad, pero afortunadamente creo que se está produciendo un cambio cultural al respecto. Creo que la gente encuentra refugio en una canción cuando lo que ésta revela es pura condición humana, y que actualmente hay muchos grupos que responden a eso, cambiando las leyes no escritas sobre lo que hay que contar con una canción pop.

¿Cómo ves la evolución de las letras de Hookworms, desde que empezasteis hasta ahora?
Creo que las referencias y los temas no han cambiado demasiado. En realidad, en lo que hemos intentado evolucionar es en cómo se oyen las letras, más que en lo que cuentan. Es o lo que comentaba hace un rato, ahora queremos que sean más claras y que sean más inteligibles.

¿Crees que este disco os abrirá las puertas de festivales eminentemente electrónicos?
No lo sé. No tocamos en directo tanto como otras bandas, me temo. Pero quizá podría ocurrir, a mí me gustaría. Pero lo que más nos apetece no es probar con otro tipo de festivales, sino ir a nuevos países que no hemos visitado, salir de Europa. Fuimos una vez a Estados Unidos, pero eso es todo. Nos encantaría volver allí y hacer un gira por Sudamérica.

¿Diríais que uno de los objetivo de Microshift es el mercado americano?
Supongo que sí, de hecho nuestra compañía tiene gente en Estados Unidos, así que quizá se mueva algo en ese sentido. Además, cuando miramos los datos de Facebook o de Spotify, vemos que muchos de nuestros oyentes están allí, así que tendría sentido.

¿Os llega mucho feedback desde España?
Sí, bastante. Sobre todo desde que tocamos en un festival en Barcelona. No sé cuál era…

Primavera Sound, en 2015.
Eso, Primavera, Primavera… ¿Estuviste?

Nunca he ido a ese festival.
A nosotros nos alucinó, fue genial.

"Muchos artistas indies aparentan tener mentes muy abiertas, pero sus letras son lo misma mierda homófoba de siempre"

Tengo que preguntarte por el desastre que causó la tormenta Eva en vuestro estudio. ¿Fue tan terrible como he leído por ahí?
Ya te digo. El encargado del estudio, por decirlo de alguna manera, es nuestro cantante, MJ. Y cuando llegó para comprobar los daños… eran catastróficos. Ha sido una de las peores experiencias por las que hemos pasado en nuestra vida. Una de esas cosas que no entiendes de verdad hasta que te pasan a ti. Te das cuenta del poder devastador de una inundación. El agua entra, lo arrasa todo, destroza todo el sistema eléctrico, y cuando sale todo es barro y mierda. El estudio estaba literalmente cubierto de barro hasta el techo, y el olor… nunca volverá a ser el mismo. Las guitarras, los amplificadores, todo estaba arruinado. Tuvimos que empezar todo desde cero, y fue muy duro, te lo aseguro. Nos llevó más de seis meses conseguir dejarlo decente y equiparlo de nuevo.

Creo que lanzasteis una campaña para recaudar fondos, ¿no es así?
Sí, y fue una maravilla. Estábamos muy preocupados por MJ, había pasado por una experiencia tan devastadora que pensábamos que igual ya no volvía al grupo. Así que lanzamos la campaña sin decirle nada, y recibimos muchísimo apoyo, mucho más del que hubiéramos esperado. Aquello fue fundamental para recuperar los instrumentos y poder empezar de nuevo. Fue un momento muy bonito.

Termino recordando una frase de MJ, que dice que “el circuito indie y alternativo está tan lleno de homofobia como cualquier otro”. ¿En qué punto está ese debate en Inglaterra ahora mismo?
Pues ahora los debates sobre sexualidad en la escena musical inglesa han virado completamente hacia la mujer y hacia el tema del acoso sexual en el trabajo, en la industria de la música.

Aquí en España hay una asociación llamada MIM (Mujeres de la Industria de la Música) que está promoviendo acciones de ese tipo.
Eso es genial, me parece muy interesante. En cuanto a la homofobia en el indie, nos referimos a que es un circuito en el que hemos logrado ciertos avances al respecto, pero en el que siguen existiendo las mismas estructuras que dejan a los homosexuales en posiciones de vulnerabilidad. Además, hay muchos artistas indies que intentan aparentar tener mentes muy abiertas respecto a este tema, pero si te fijas en sus letras son la misma mierda homófoba de siempre, mierda que aunque no lo crean hace daño a personas de carne y hueso.

 

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