"No somos de repetirnos demasiado"

"Berlín" (Maldito Records, 18) es el esperado nuevo álbum de estudio de Hamlet, en el que el quinteto madrileño se enfrenta al reto de superar su anterior trabajo, "La ira".

Hamlet vuelven con once trallazos de metal en los que la distorsión y la voz gutural dejan breves espacios a la electrónica, la melodía y hasta la voz femenina. Para hablar de todo ello, charlamos con el guitarrista Luis Tárraga y Molly, su carismático vocalista.

La capital alemana ha sido la elegida para titular su nuevo álbum. Tárraga explica que “Berlín es una ciudad machacada y renacida. Es el concepto que queríamos darle al disco y no nos gusta lo obvio, aunque a veces nos pasamos de no obvios”. Han pasado más de tres años desde su anterior trabajo, con lo que les ha dado tiempo “a cansarnos de lo que hemos hecho e intentar buscar otro tipo de cosas. 'La ira' nos funcionó bastante bien, nos reencontramos con cosas a nivel de directo, con gente… Nos gustó el camino que cogió, pero somos de no repetirnos demasiado. Puedes mantener cosas, pero no queríamos un 'La ira 2'”, advierte.

"Cada vez se nos están quitando más los complejos".

Distorsión, guturalidad, electrónica, melodía… El cantante, Molly, comenta que “muchas veces surgen las ideas cuando estás empezando a componer. A Luis le apetecía toda la historia de meter máquinas, frecuencias, y ha sido una idea espectacular. Ha enriquecido el disco de una manera brutal. Las canciones también dan juego a ello”. También aparece la voz de Laura Rubio en el tema "Héroe". Tárraga admite que “nos dices hace tres años que Hamlet va a tener una voz femenina y te decimos ‘venga hombre’. Quieres ser como muy ‘pureta’, pero cada vez se nos están quitando más los complejos. Nos da igual meter cualquier cosa mientras suene a nosotros”.

La grabación vuelve a correr a cargo de Carlos Santos en los Sadman Studios de Madrid, el artwork lo firma de nuevo Víctor García-Tapia de Darkhorse Estudio, y el videoclip de No sé decir adiós lo dirige otra vez Ibon Antuñano. Por lo que respecta a la gente con la que trabajan, Luis lo tiene claro: “Hemos conseguido un grupo de gente a la que enseguida le decimos algo y pillan la idea, por muy abstracta que sea. Nos mola mucho cómo mantienen unas señas de identidad en los últimos discos”. Han sacado una tirada del disco en vinilo, y el guitarrista se enorgullece al afirmar que “ha quedado chulísimo. La portada queda mucho mejor. Hemos metido dentro una foto a página que si quieres la puedes poner de póster. Son cosas que no puedes hacer con un CD”.

La gira de "La ira" se extendió durante más de tres años y más de cien conciertos. Molly señala que hay que tener expectativas de igualar esa cifra. “Hay que tenerlas, sin duda. Lo bueno es que, después de cada gira, siempre nos quedan cosas por hacer”. Por ejemplo una posible reedición de "Revolución 12.111", tal y como admite Tárraga: “Estamos un poco en ver en qué formato y cuándo y cómo lo podríamos hacer, pero sí, queremos recuperar muchas cosas del catálogo. Escuchamos un par de pruebas y ¡hostias!”.