Energía a raudales
Entrevistas / The Right Ons

Energía a raudales

J. Batahola — 12-12-2011
Fotografía — Archivo

Todos tenemos claro que los madrileños The Right Ons son una de las mejores bandas que pueden verse en la actualidad sobre un escenario. Y eso es algo casi incontestable. Ahora bien, encima son capaces de publicar discos a la altura de sus conciertos como “Get Out” (Lovemonk, 11).

Lo dicho, The Right Ons son una de las mejores bandas de directo de la actualidad, nacionales o no. Es algo que no admite duda, te gusten o no, te caigan mejor o peor. Su directo no es fantasía. No es (solamente) comunión con el público. Es rock. Sólo rock, pero del bueno. Nunca han escondido sus influencias, ahora tampoco, ni falta que hace. De Faces a Sly & The Family Stone, de Marvin Gaye a MC5, las costuras están a al vista y son parte del disfraz. Es esta quizás una de las razones por las que la crítica que abusa de la palabra “seminal” no les toma demasiado en serio, pero ¿qué diferencia hay si cada vez que se suben a un escenario terminan convenciendo hasta a los más escépticos? Sentados en círculo en las oficinas de su discográfica en Madrid, se les ve relajados. No ha sido fácil. El éxito de sus larguísimas giras casi termina con ellos. (Álvaro) “Llevábamos dos años haciendo conciertos sin parar, necesitábamos descansar incluso de nosotros mismos y buscar el camino de nuevo. Ha sido largo y tedioso, con luz y oscuridad. También tenemos la suerte de ser amigos, porque con este nivel de estrés y trabajo no nos hubiéramos aguantado. Por ejemplo, cuando estábamos en el camino de San Luís a Austin se podía haber terminado perfectamente el grupo, pero nos conocemos y cada uno sabe cómo aguantar al otro. Todo eso creo que se refleja después en el local a la hora de componer”. Del trabajo, y de los momentos duros, suelen salir buenas canciones. Las hay en “Get Out”, a pesar de ser un álbum de minutaje escaso. Como un buen polvo. Como una buena puesta de sol. Como un buen atraco. Rápido y limpio, el disco discurre feroz, guitarrero (mucho) y conciso. Siete canciones y todas las cartas sobre la mesa. (Ramiro) “En el fondo no es tan corto, por duración es un disco normal. No teníamos la presión de sacar un número determinado de temas. Nos apetecía sacar las canciones que realmente nos convencían y eran estas siete que reflejan el proceso por el que hemos pasado y con el que estamos contentos los cinco. Muchas veces tiras de canciones que te convencen menos y que rellenan, pero no queríamos hacer eso”. El corazón sigue siendo igual de negro, pero el funk y el soul dan paso a detalles de psicodelia que son un paso adelante sin perder el ritmo. También están un poco hartos de etiquetas; lo suyo es el rock y es un concepto suficientemente amplio como para que las discusiones sobre la pureza o no del término sean eternas. Para quitarle los prejuicios al que está debajo del escenario, primero tienen que salir de uno mismo. (Álvaro) “Más que psicodelia hay ambientes, puede que antes lo pasáramos un poco por encima y en este disco nos apetecía dar un poco de humo de vez en cuando. A mí me parece negro porque tiene oscuridad, pero dentro de ella hay mucha luz. Puede que sea más sólido, pero nosotros siempre hemos sido una banda de rock aunque se haya dicho que tirábamos hacia el soul o el funk. Lo que hemos mamado es el rock, que es un término muy amplio. Ritmo más sencillo, más directo y menos vueltas. Tampoco buscábamos simplificar las cosas difíciles, pero en el primer disco intentas vomitar todo lo que tienes, en este igual hemos podido reflexionar un poco más. Igual no es tan divertido como el primer disco, pero es lo que nos apetecía hacer”. “Purple Neon Lights”, el single de presentación, ya dejaba claro por dónde iban los tiros. Guitarras saturadas, rock setentero, un sonido más crudo y algunos detalles de sintetizadores bastante interesantes. “On The Radio”, la ácida “Long Road” o “I Do What I Want” son algunas de las balas que carga un cañón a veces imperfecto al que han llamado “Get Out”. La técnica la tienen más que superada, sólo les importa encontrar el alma. (Ramiro) “A veces jugamos a hacer dos o tres tomas y nos quedamos con la que más nos gusta aunque tenga algún fallo. Te das cuenta tú solo. A la sexta toma suena todo tan cuadrado que no nos gusta. Siempre hemos tenido happy accidents, errores que luego funcionan en el disco. A veces una canción cambia completamente porque te has equivocado al tocar”. Utah, bajista, dice pocas cosas a lo largo de la entrevista, pero muy concisas. Ideales para poner el punto y final a una interesante charla y marcharte con la sensación de que no son otro grupo que te quiere vender la moto. “En tu cabeza tienes la canción tan predefinida que si te equivocas en una nota lo quieres arreglar y piensas que ha sido una toma malísima, pero luego los demás dicen que les gusta y tú eres el primer sorprendido”.

2 comentarios
  1. "a pesar de ser un álbum de minutaje escaso. Como un buen polvo. Como una buena puesta de sol. Como un buen atraco. Rápido y limpio" Grande Batahola!!y grandes los Right Ons

  2. Pues que queréis que os diga,en Algeciras molalon mas Los Stravagant3s.

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