"El alcohol y las drogas, que siempre han estado y estarán ahí"
Entrevistas / Mastodon

"El alcohol y las drogas, que siempre han estado y estarán ahí"

David Sabaté — 08-07-2014
Fotografía — Travis Shin

Ya hace tiempo que Mastodon acariciaron por primera vez un estatus privilegiado. O casi. El principal motivo lo encontramos en una discografía sólida y mutante que ahora revalidan con un “Once More ‘Round The Sun” (Warner, 14), otro aventurero viaje de rock lisérgico con trazas sludge y numerosos desvíos hacia terreno virgen.

Brent Hinds, su inspirado aunque volátil cantante y guitarrista, nos atiende vía telefónica algo lento de palabra (por el deficiente sonido parece que mi interlocutor me hable desde una estación espacial). Pese a todo, lo intentamos, empezando por la clara vocación pegadiza de algunas canciones como “Motherload”. “No sé cómo responder a tu pregunta… Trabajamos las voces al mismo tiempo que un montón de cosas distintas. Todo avanzó en paralelo y fue tomando forma. Habitualmente hemos intentando huir de las convenciones y los esquemas, pero esta vez nos apetecía probar qué podría pasar si seguíamos algún tipo de fórmula parecida a la estructura de verso, puente, estribillo, solo de guitarra, verso, estribillo, etcétera. Queríamos darle esa vuelta a nuestra manera de escribir”. Hablando de estribillos, el de “Motherload” posee un aire a Alice In Chains, una de las bandas con las que ha trabajado Nick Raskulinecz, el productor del disco. Según el guitarrista Bill Kelliher, Raskulinecz ha ejercido como auténtico coach. “Recuerdo que nos dijo ‘sois Mastodon, sois una de las bandas más grandes del metal. ¡Dadme algunos de esos gruesos y robustos riffs!’ Nos ha dejado ser quienes somos”. Eso es precisamente lo que encontramos en canciones como “High Road”, fruto de un proceso largo de composición. “Empezamos ya en la anterior gira y estoy muy orgulloso de las aportacions de todos los miembros del grupo. Canciones como 'High Road', que es muy simple pero muy directa, nos gusta mucho por sus armonías y su riff central, pero al mismo tiempo tiene un estribillo muy bonito”. Nació en un tiempo muerto de un domingo lluvioso en Luxemburgo, como explica Hinds. “Pensaba en las afinaciones graves de Neurosis y Melvins con una sensibilidad algo más pop para el estribillo”.

El disco brilla con luz propia, pero no deslumbra como sus dos últimas entregas. El motivo, quizás, sea el inevitable decrecimiento del factor sorpresa. Con todo, el álbum sigue el concepto de “The Hunter”, con temas variados y bastante al grano. “Cuando hemos hecho canciones más largas o enrevesadas ha sido porque las canciones lo necesitaban, iban en muchas direcciones y tenían partes distintas. Ahora estamos más centrados en sacar canciones más directas en ese sentido. Nos ha salido así esta vez, pero quizás en el próximo disco volvemos a hacer algunas canciones realmente extensas”.
 

El título, “Once More ‘Round The Sun”, tiene distintos significados según a qué miembro de la banda preguntes. Para Kelliher, “muchas cosa locas y épicas han sucedido en el último año”. Hinds añade: “Es eso, un año en la banda, pero también contiene una parte más profunda sobre nuestros sentimientos y emociones durante este tiempo. Nos hemos hecho mayores, ya sabes, me refiero a madurar, formar una familia, crecer como personas. En mi caso he tenido que reconstruir mi casa, que es un poco como reconstruir tu vida. Eso combinado con girar, compaginarlo con las familias respectivas… es un poco estresante (risas). Han pasado muchas cosas, no te voy a dar muchos detalles, ya que la mayoría son personales, pero en mi caso he estado lidiando con el alcohol y las drogas, que siempre han estado y estarán ahí… hemos visto amigos irse por causas similares… y todo eso se ha reflejado de algún modo, aunque no de forma literal, en las nuevas letras”.
El disco, de llamativa, feísta y psicodélica portada, cuenta con las colaboraciones de Scott Kelly (Neurosis) y del grupo punk femenino The Coathangers, que contribuye a hacer de “Aunt Lisa” una de las piezas más frescas y originales del conjunto. “Sería bonito que la gente disfrutara de la experiencia. Es la última línea de meta. Será interesante ver las reacciones. De una cosa estoy seguro: no podrán ir y decir que no es original”.

Y para finalizar, vamos con una de curiosidades. Mi interlocutor siempre ha sido un tipo de gustos clásicos, tanto en el cine (del que venera los clásicos de terror de la Hammer y la ciencia ficción) como en la música. “Somos bastante melómanos y tenemos colecciones de discos muy variadas, desde Frank Zappa, que sigue teniendo una presencia enorme en mi vida musical, hasta The Beatles, Led Zeppelin, Pixies… somos cuatro tipos distintos. Yo colecciono también bastante material relacionado con la ciencia-ficción, especialmente muñecos, que voy comprando en distintos países cuando estoy de gira. Me escapo del tour bus y me doy una vuelta por la ciudad buscando tiendas de coleccionista y de instrumentos, y también estudios de tatuaje para hacerme alguna cosa nueva”.

Álbumes mastodónticos:

“Remission”
(Relapse, 02)

El big bang de una nueva manera de entender el metal procedente de Estados Unidos. El título del tema de apertura no podría reflejar mejor su sonido: “Crusher Destroyer”. Su estruendosa tarjeta de presentación resultó tan fulgurante y poderosa como el caballo en llamas de su portada. Nos visitaron por primera vez como teloneros de High On Fire y se los comieron.



“Leviathan” (Relapse, 04)

Tras el efecto sorpresa, su segundo asalto, inspirado en la novela “Moby Dick”, depuró y mejoró los aciertos de su debut para consolidar la personalidad sonora y estetica de la banda: riffs gruesos, intrincados y poliédricos; incipiente dualidad de voces, gutural y rasgada; trabajadas armonías de guitarra. En definitiva: un fresco y brillante cóctel de sludge, stoner, progresivo, heavy metal y experimentación. Primera colaboración de Scott Kelly de Neurosis, que repetirá en cada uno de sus discos futuros. Para muchos, su mejor obra.

"Blood Mountain” (Warner, 06)

Su paso a la multinacional Warner llegó acompañado de un derroche insospechado de imaginación, fuerza bruta, precisión y mucha más melodía. El gran paso que Mastodon necesitaban para culminar su lógico y trabajado proceso de conquista mundial. Resultado: producción grandiosa, fresco acercamiento arty al metal extremo y aperturistas colaboraciones con Queens Of The Stone Age y The Mars Volta. Tan incomprendido por algunos como magistral.



“Crack The Skye” (Warner, 09)

No sabemos si su gira junto a Tool, poco antes de la grabación del disco, tuvo algo que ver con el resultado, pero estamos ante su álbum más progresivo: otra vuelta de tuerca a su sonido conceptual, generosas dosis de psicodelia y un Brent Hinds ganando presencia con su registro nasal. Un trabajo futurista, alucinógeno y repleto de pliegues y recovecos a descubrir con cada nueva escucha.


"The Hunter” (Warner, 11)

Como si de una reacción a su anterior entrega se tratara, estamos ante una versión más directa e inmediata de la propia banda; Mastodon servidos en una colección de píldoras reconcentradas con las distintas facetas del grupo. Un trabajo más variado, pegadizo y, sí, accesible. Temas como “Curl Of The Burl”, “Blasteroid” o “The Sparrow” ejemplifican la saludable superación de toda barrera y prejuicio.


"Once More ‘Round The Sun” (Warner, 14)

Su última obra funciona casi como secuela de “The Hunter”, lo cual no es en sí nada malo, todo lo contrario. En ella encontramos algún que otro tema menos inspirado, pero el cómputo general roza la excelencia gracias al atrevido dinamismo melódico -y los riffs- de piezas como “High Road”, el tema título o la adhesiva “Motherload”, que logra desafiar con éxito los límites de lo comercial.
 

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