Del banco al cielo
Entrevistas / La Excepción

Del banco al cielo

Jesús Rocamora — 12-07-2006
Fotografía — Archivo

“Hostias, hablando de Frank T, me ha hecho dos llamadas perdidas ahora mismo…”, dice Antonio “Gitano Antón” Moreno, con el teléfono móvil en la mano un minuto después de que la grabadora se ponga en marcha. La pregunta lanzada podría ser toda una leyenda urbana: “el síndrome del segundo disco”, después del fenómeno “¡Cata Cheli!” (2003). Nada que ver: Gitano Antón, Langui y La Dako Style han vuelto en “Aguantando el tirón” (Dro) con los deberes hechos.

No es que uno esperase ver a La Excepción salir de una limusina después de las treinta mil copias vendidas de su álbum de debut, pero lo cierto es que sus responsables se han convertido de pronto en uno de los rostros más visibles del hip hop español, invitados habituales de cualquier fiesta, ya sean las de San Isidro, Monegros, Villarobledo, Sónar u otras, digamos, más “oficiales”, como el proyecto “El Quijote Hip Hop” en la Biblioteca Nacional. Y encima “Aguantando el tirón…”, grabado en diez días, entre Madrid (con Frank T) y Sevilla (con Óscar ‘Acción’ Sánchez, de SFDK), ha resultado ser un disco con todo muy bien atado.

"El canalla de Gallardón nos dio el premio de la Villa el año pasado en la categoría de música popular"

(Gitano Antón) “Desde hace un año teníamos algo, había un estribillito, ya tenías una idea de cual iba a ser la intro del disco… pero no nos pusimos con él hasta principio del año. Claro que ha habido presión, pero el resultado esta ahí, a los colegas les ha encantado, a los jefes también, a la familia… así que para adelante, a representarlo y a defenderlo. Yo creo que va más preparadito. Apenas hemos improvisado durante la grabación, mientras que en el primero lo improvisamos casi todo. También lo hemos pillado con más ganas, tantas que nos hacíamos tres trabajos por sesión. Pim-pam-y-pim-pam-y-pim-pam. La grabación ha durado diez días, pero la portada ya estaba hecha, el videoclip, el concepto de todo el diseño… Hemos ido a piñón con todo”. Juan Manuel Montilla “El Langui” está nervioso de contento. “Tío, Abellán nos ha dicho que no nos preocupemos por el patrocinio, que de eso se encarga él. Hemos estado esta mañana en su programa haciendo una entrevista y hemos salido con patrocinio…”. Y que nadie dude de que “Aguantando el tirón” va a ser todo lo que fue “¡Cata Cheli!” pero elevado al cuadrado, una vez que el gran público ha asimilado su “rap peludo” como ya hiciera (y la comparación es por exposición en los medios de comunicación) con el flamenco hop de Ojos de Brujo, la canción de autor alternativa de Bebe e incluso la rumba rock de los primeros Estopa. (Gitano Antón) “En sólo tres semanas de promoción llevamos casi más entrevistas que en los tres años de ´¡Cata Cheli!´”. “Aguantando el tirón” no pretende ser otra cosa que música popular, espejo de pequeñas alegrías, tropiezos y sobresaltos. (El Langui) “Como el resto de la población. Es el día a día: tratando de llegar a fin de mes sin asfixiarte, tragándote los atascos mañaneros, las obras, los precios de la vivienda, los hospitales, que te envían una ecografía cuando ya has tenido al niño… Así estamos, aguantando el tirón, como todos”. Al margen de los trapicheos, las caminatas al instituto, las tardes de mechero y los equipos de fútbol de barrio que muchos puedan reconocer en las tiras cómicas del grupo, entre las letras del disco abundan las referencias políticas (“Preferimos mucho antes la izquierda que la derecha, pero en todos sitios se hacen mal las cosas”, confiesa “El Langui”) y más de un desahogo, ya sea flamenco (no hay quien pare “Tai-tabú”) como a través del clásico rapapolvo, como el que se permite el grupo dar a la prensa en “Jeeesús”, a la que lo más suave que le piden es que esté mejor documentada. (Gitano Antón) “Esta mañana el Abellán nos ha preguntado que por qué somos tan cerrados: no es que seamos cerrados, estamos un poco recelosos. Ha habido gente de medios potentes, incluso críticos de música, que han hecho comentarios fuera de tono. Nos tomaban como a niñatos. Y ahora nos hacen más caso”. Por lo que me toca, se me permiten dos alegaciones. La primera la haría un purista que piense que el rap nunca puede fotografiarse junto a una ministra ni el graffiti entrar en un museo. (Gitano Antón) “Pues ahí nos ves a nosotros. Es muy positivo que la Biblioteca Nacional se abra a cosas como El Quijote Hip Hop”. (El Langui) “Hay que ir con la misma cara a todos lados: igual que se está en el parque representando el hip hop o en directo, que si te premian por tu música. El canalla de Gallardón nos dio el premio de la Villa el año pasado en la categoría de música popular, ni hip hop, ni rap, ni nada… Y nos dieron nueve mil eurillos”. (Gitano Anton) “Hay que coger todo lo que te da la vida. El que habla mucho es el que no llega a nada. Ahora mismo, un artista tan respetado como Suso o Zeta, que han saltado muros y vallas, que han escapado de cocheras… y a los que les dan seis mil euros por un cuadro... ¿No lo va a vender? El que no lo haga es gilipollas. Otra cosa es que tú cambies tu movida”. La segunda alegación la haría un homosexual ante la letra de “Cachitos, scratches y toallitas”. ¿No temen que les llamen homófobos? (Gitano Antón) “Nos referimos a la parafernalia de ir con un pelucón por la calle y llamando la atención. De maquillarse, travestirse, de hacer apología de eso y llamar la atención, como en el orgullo gay. Eso no es respetable, en nuestra opinión. Nos referimos a cosas como que una persona como Boris Izaguirre salga ahí enseñando el miembro y luego a ti te digan en la televisión que no podemos decir algunas palabras”. Para el final dejamos la sorpresa del disco: el homenaje-cameo de MC Randy en “Rapin’ Pan Ben”, que incluye la célebre frase: “El hip hop por fin está aquí, ni tú ni nadie lo vais a destruir”. (Gitano Antón) “Es una frase que ahora es cuando se puede decir. Por aquel entonces no tanto. Porque mucha gente conoce ´el principio´ con CPV, 7 Notas 7 Colores… pero, para bien o para mal, el principio estuvo en 1998 cuando salio el ´Rapin´ Madrid´. Consiguió vender setenta y cinco mil copias del ´¡Hey, pijo!´ y los propios pijos le hicieron una canción para contestarle”.

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