“No tenía prisa por grabarlo, pero quería hacerlo con él, así que esperé hasta que me diera fecha para ir al Puerto de Santa María a hacerlo”. Parece increíble que en medio de la incontinencia creativa de La Costa Brava, quienes no hace sino un par de meses publicaron “Costabravismo”, segunda referencia para Mushroom Pillow, DA haya tenido tiempo de grabarse un disco. Un trabajo que, por cierto, hará las delicias de quienes gustan de elaboradas melodías, letras irónicamente reales y estudiada instrumentación. “Todo empezó siendo un proyecto de estudio, algo que fui grabando yo en casa. Y muchas de esas canciones tienen varios años ya”. Temas que desde el principio sabía que eran para él, y no para su otra banda. “La cosa es que yo estoy en casa solo y dedico casi la totalidad de mi tiempo libre a encender el ordenador y ponerme a hacer música. Es distinto a un proyecto en grupo. Este disco es una cosa más solitaria, además, con LCB llevamos tres años y hay cinco discos. Vamos a grabar diez canciones y acabamos grabando dieciocho, por lo que hubiera tenido que meterlas con calzador, dando muchos empujones, y a mí no es algo que me guste hacer”.
| "Dedico casi la totalidad de mi tiempo libre a encender el ordenador y ponerme a hacer música" |
De todos modos, no se quedarán sin poder disfrutar de DA sobre un escenario, una cosa es el proceso creativo y otra muy distinta la adicción que produce el hecho de enfrentarte al respetable. “Va a tener su continuidad en directo. De todos modos, de los músicos que participaron en la grabación (Eloy Cases, Paco Loco, José Domingo González, Miguel Ángel Muñoz y José Guillamó) el único que estará en la banda de directo será Eloy (compañero en LCB), aunque tocando teclados en lugar del bajo”. Contagia su alegría, incluso cuando sabe que el patio es pequeño para tanto niño grande. Sus motivos tendrá. “Es un poco atrevido ya que el tema está complicado, y empezar desde cero lo es aún más. Yo LCB no lo he dejado, así que tengo lo que tengo y no tengo nada que perder. Creo que es una satisfacción estética”. ¿Perdón? “Sí, es el hecho de mirar atrás y ver ahí puesto el disco en la estantería, saber que he hecho algo que quería y todo lo que ello ha conllevado”. Pero me interesa saber sobre el contenido de algunas letras, aquellas en la que respira todo lo contrario a lo que les contaba antes. Cierta tristeza sobrevuela partes del disco, y no es que DA sea un atormentado, tendrá sus días, como todo humano, pero se nota cierta desesperanza en cortes como “Velocidad absurda”. “Sí es cierto que hay algo de fatalismo, de visión negativa, pero no es más que un reflejo de los tiempos que vivimos. No es que no tenga esperanza ni nada eso, se trata de plasmar sensaciones, y esas son las que tengo ahora. Yo hago canciones como el que hace películas, y seguro que el que hace películas en las que el protagonista mata a todo Cristo no se dedica a cargarse a varios cada día. Se trata de reflejar lo que siento”. Escuchen con atención otra de mis favoritas, la titulada “Tigres vegetarianos”. “Bueno, esa habla de la forma que tenemos de no aceptar cosas que sentimos y que no nos gustan, de las contradicciones. Un tigre vegetariano ya es una contradicción enorme”. Coincidimos en el hecho de que las cuatro primeras nos parezcan las mejores, aunque, al margen de ellas, DA tenga alguna debilidad. “Te diría que ´Media hora antes de las ocho horas´ me gusta también mucho. Es esa instrumental que parece un poco a Air. Bueno, eso es lo que yo digo”. Y no va mal encaminado. A la hora de ponernos a hablar sobre las que mejor encajarían a la hora de que sonaran en un bar o en la radio, también tenemos claro que “Velocidad absurda” y “Tigres vegetarianos”. Guitarras y estribillos pegadizos, y con bastante fuerza (se nota la mano de Paco Loco meciendo la cuna). De hecho, la primera que nombro saldrá como primer single.
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