“Como plan a corto plazo está tocar y disfrutar de tener un grupo”
Entrevistas / Ànteros

“Como plan a corto plazo está tocar y disfrutar de tener un grupo”

Luis Benavides — 07-12-2023
Fotografía — Archivo

Parar es morir. Bajo esta premisa Ànteros sentían que ya les tocaba estrujarse las neuronas y sacar material nuevo, pero no iba a ser fácil. Por circunstancias, el proceso de composición esta vez fue más complejo, por momentos tortuoso. El resultado es el inspirador “Montenegro” (Aloud, 23), curiosamente su disco más certero y conciso hasta la fecha.

Han pasado ya unos tres años desde la salida de “… y en paz la oscuridad” (Aloud, 20) y las sensaciones no pueden ser mejores con su regreso discográfico. “Pensaba que la buena acogida del disco anterior podía ser un efecto de la pandemia, un momento en que la gente consumió mucha música, pero no… Estamos sintiendo que la gente nos quiere”, bromea uno de los guitarras de la banda y capitán el equipo, Víctor García-Tapia, en referencia a la buena marcha de las ventas del disco. Su flamante nuevo disco, “Montenegro”, vio la luz a principios de noviembre de la mano una vez más de Aloud Music. “Hemos tenido mucha suerte y muchos privilegios que quizá sin darnos cuenta a veces normalizamos. Por ejemplo, hemos tenido discográfica desde el primer momento”, reconoce agradecido el guitarra de una banda que fue presentada en un primer momento como un all stars del underground al reunir a miembros y antiguos miembros de Toundra, Syberia e incluso Viva Belgrado –respecto a los últimos, Cándido Gálvez apenas participó en el primer EP y duró unos meses en la formación–. “Lo único que me perturbaba en nuestros comienzos era lo de ‘supergrupo’, que siempre iban por delante las bandas de las que procedemos”.

Entre el post-hardcore, el post-metal y el screamo. Difícil definir la arrolladora propuesta de una banda que ha ido ajustando sus piezas y encontrando su personalidad. “Aquí se nota más la evolución de la banda, con unas composiciones mucho más minimalistas”, observa Óscar Caselles, batería de la banda. Así, si en las primeras referencias los temas iban creciendo, en la onda post-metal y post-rock, aquí ya encontramos canciones con diferentes partes y estructuras algo más clásicas. “Era consciente de que para que el grupo pudiera seguir existiendo o por lo menos no tomarnos un tiempo demasiado largo para volver a tocar era necesario sacar algo; y llevo desde los dieciocho haciendo música y no concibo que no forme parte de mi rutina. Me hace feliz”, cuenta Víctor, que tampoco quería que este disco mostrara “su visión” de Ànteros y en todo momento estuvo abierto a incluir las aportaciones de sus otros compañeros. El bajista, Mau Barbazza, estaba viviendo en Málaga y uno de los guitarras andaba liado con la grabación del disco de su otra banda, por lo que dio un paso adelante con toda la responsabilidad que eso suponía. “Me obligué a grabar tres o cuatro ideas con la guitarra cada día, y así durante un par de meses. Grababa riffs de guitarra, los retomaba, hacía segundas guitarras, que acaban siendo las principales; y aprendí a hacer baterías en Midi, montaba los temas y empecé a enviarlos al resto de la banda para que ellos pudieran opinar y aportar”.

“Me obligué a grabar tres o cuatro ideas con la guitarra cada día, y así durante un par de meses"

“Tedioso, horripilante y lento”. Así describen el proceso de grabación de un disco que empezó en Cal Pau en septiembre de 2022 con la ayuda del ingeniero Jorge Mur. Siguió meses después en otros estudios catalanes como Maracas Estudio, Mursound y Siete Barbas donde grabaron guitarras, bajos, voces y más guitarras. Sin duda, un auténtico rompecabezas sonoro para Carlos Santos, de Sandman Studio, encargado de su mezcla. “Le enviamos una cantidad ingente de pistas de guitarra y al final fuimos puliendo lo que funcionaba mejor él y nosotros. Al final tanto Jorge Mur como Carlos se han involucrado más allá de su rol de ingenieros”.

La portada del disco parece inspirada en “El Aquelarre”, una de las piezas incluidas en las denominadas “pinturas negras” de Goya, ideal para vestir un disco en el que predominan las penumbras, pues hay letras escritas desde las entrañas, pero también hay espacio para la belleza y la esperanza. “Montenegro” es un trabajo variado: nada tienen que ver los dos minutos abrasadores de la inicial “Culto al fuego” con la acústica “Varese”. “Tenía ganas de hacer algo más conciso, compacto y que los temas fuesen perfiles de canciones que no teníamos. Dentro de la variedad, que cada tema tuviese su personalidad; también me preocupé de mantener el estilo del grupo para que fuese todo muy inconexo”. Pero si hay un tema que sobresale, al menos en las primeras escuchas, es “Frágiles”, en el que se alternan los berridos del guitarra y cantante Endika Pikabea con unas partes melódicas a cargo del ex Cohen Rubén Ramos, actualmente al frente de Los Sanchos. Con el disco bajo el brazo, ahora su único objetivo es disfrutarlo encima de los escenarios. “Somos gente muy inconstante y que pese a ser plenamente conscientes de la inmensa suerte que tenemos, a veces pecamos de ‘huevones'. Como plan a corto plazo está tocar y disfrutar de tener un grupo”.

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