Americana de Asturias
Entrevistas / Lucas 15

Americana de Asturias

Redacción — 21-02-2008
Fotografía — Archivo

Por fin ve la luz el proyecto de Nacho Vegas junto a Xel Pereda. Los músicos asturianos se han sumergido en el cancionero tradicional de su tierra y han facturado un trabajo, “Lucas 15” (Lloria Discos), que se defiende a sí mismo como una obra de rock excelso. Un disco de americana de Asturias, un disco de asturiana. Lo presentan en directo el 28 de febrero en Madrid (Joy Eslava), 29 en Barcelona (Bikini), y el 8 de marzo estarán en Valencia (Loco Club).

Llevaban macerando juntos esta idea desde hacía años, pero parece que la carrera de Nacho Vegas no obedece a ninguna hoja de ruta estricta. Por este motivo, después de “Desaparezca aquí” (Limbo Starr, 05) -último trabajo de Nacho en solitario-, la hora de Lucas 15 ha tenido que ir dejando paso a las distintas colaboraciones con Bunbury y Christina Rosenvinge, con sus respectivas grabaciones, promociones, giras... Hasta hoy.

"La gente preguntaba a Nacho: ‘¿es tu nuevo proyecto de folk?’ Y él siempre hacía referencia a ‘Murder Ballads’"

“Este proyecto era un poco la hermana pequeña de todas las cosas que hacemos. Empecé a trabajar con Nacho de técnico y después ya como músico. Y en el momento en que empezamos a hablar de este proyecto fue cuando se dio el bombazo de Nacho Vegas. Lo hemos mantenido en la cabeza hasta hoy. Pasaba el tiempo y ya nos planteamos ponerle fecha y sacarlo adelante definitivamente, porque había mucho trabajo hecho”. Hablamos con Xel Pereda el mismo día en que el disco sale a la calle. Ha sido grabado en su estudio en Gijón y está publicado por Lloria, el sello que el propio Xel dirige junto a Montse Álvarez (ex Nosoträsh). Durante los últimos años, Pereda ha ido investigando, recopilando y presentando a Nacho canciones del folklore popular asturiano para después, con el repertorio en la mano, formar una banda de laboratorio que las diera forma. “Sabíamos que no era un disco al uso, ya que lo componen piezas del cancionero popular y está cantado en gran parte en asturiano. Pero es el disco de una banda de rock. Sí que teníamos claro que no queríamos hacer versiones acústicas. De hecho, nos llegamos a plantear en un momento no seguir por la vía de hablar únicamente de que son canciones tradicionales, porque se podía quedar en la anécdota”. Pues parece que no va a ser así. El disco tiene un enorme trabajo de banda, suena fronterizo, cinemático, casi con el acabado de una banda sonora. También, por los temas recurrentemente macabros de las canciones y por los terrenos de rock de autor adonde se lleva Nacho Vegas cada cosa que hace, ha recibido comparaciones con “Murder Ballads” de Nick Cave. Pero Xel nos revela que fue el propio Nacho Vegas quien encendió esa mecha. “Todo el mundo quería saber cómo sería el disco. Como en directo hacíamos algunas de las canciones en acústico, la gente preguntaba a Nacho: ‘¿es tu nuevo proyecto de folk?’ Y él siempre hacía referencia a ‘Murder Ballads’ porque siempre quisimos enfocarlo como un trabajo de rock”. A Pereda le brillan los ojos cuando mencionamos nombres como Calexico o Ennio Morricone, se nota que la gente aún no ha escuchado el disco y tiene esa tensión del que espera una reacción. Desde febrero Lucas 15 están llevando las canciones al directo por toda España. Sobre esto, Pereda opina que hay ocasiones como ésta en que idioma y música van ligados inseparablemente. “Al grabar un disco con Nacho Vegas sabes que no se quedará en lo local, que lo va a escuchar todo el mundo, pero ahora mismo ya no tiene que significar nada extraño el hecho de escuchar algo en catalán, en vasco o, como es este caso, en asturiano”. Hablamos de los complejos y de por qué aplaudimos y nos emocionamos con casi todo lo que el rock anglosajón hace mirando a su folklore mientras que en España, “salvo si se trata de flamenco o en proyectos que no tienen difusión de carácter nacional”, aún se sigue viendo como algo atrevido e incluso procaz que el rock eche un vistazo por el retrovisor o beba de fuentes tradicionales. “La gente de nuestra generación finalmente está llegando a un punto de quitarse todos los complejos. Antes a nadie se le ocurría subirse a un escenario a cantar una canción que había aprendido de su madre”. Que es justamente lo que están haciendo Xel y Nacho durante el mes de marzo junto al bajista Luis Rodríguez (Alto Volto), el batería Manu Molina (habitual junto a Nacho Vegas) y Chus Naves (Koniec) a los teclados.

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