Al futuro, sin miedo
Entrevistas / Yo Majesty

Al futuro, sin miedo

Joan Cabot — 22-12-2008
Fotografía — Archivo

“Futuriscally Speaking... Never Be Afraid” (Domino/Pias) es un bombazo y Yo Majesty el dúo femenino más explosivo que haya aparecido en años, además de un ejemplo de fe y lucha para progresar en un mundo, el del hip hop, podrido de clichés y prejuicios.

“Somos la minoría de la minoría”. Así describe Shunda K. cómo es ser negra y lesbiana en Estados Unidos. También es creyente. “Siempre he ido a la Iglesia”, explica.

"Dios, sé que no te gusta la gente gay. Yo soy gay. Amo los coños. Pero sobre todas las cosas te amo a ti"

“Todo lo que tenemos se lo debemos a Él. Estoy con una mujer, y rezo por ella. Hablo con Él y le digo ´Dios, sé que no te gusta la gente gay. Yo soy gay. Amo los coños. Pero sobre todas las cosas te amo a ti. Haré todo lo que quieras que haga, pero quiero que bendigas a mi mujer´. No me importa la opinión religiosa de los otros, yo tengo una relación personal con Dios, siento su bendición y no tengo que justificarme ante nadie excepto ante Él. Cuando creé el grupo quería un nombre que representara a Dios. Majesty es en su honor. También significa la crème de la crème, porque desde que empecé en esto a los dieciocho años tenía claro que cualquier cosa que hiciera tenía que estar fuera del alcance de cualquiera, tenía que rapear incluso mejor que cualquier MC masculino. Esa fue nuestra mentalidad desde el principio, aunque nos haya costado años llegar hasta este punto”.
Shunda habla en una riada de palabras, desbocada. Es su momento. Ella y su compañera Jwl B. han tenido que esperar casi diez años para que el mundo escuchara lo que tenían que decir. Se formaron en Tampa, Florida, en 1998, pero su destino cambió cuando el suyo se cruzó con el de David Alexander, la mitad del dúo británico Hard Feelings UK, que empezó a producirlas en 2005. “Llevábamos años moviéndonos a nivel local, trabajando con gente de aquí, que siempre nos prometían que nos iban a mover, que íbamos a hacer esto o aquello, pero nada de lo que nos prometieron sucedió. Hasta que conocimos a David Alexander de Hard Feelings UK. Para entonces cada una de nosotras estaba más centrada en su vida personal que en Yo Majesty. En 2005 nos reunimos, pero esta vez teníamos a David y sus temas”.
Alexander es el máximo responsable del imparable y bombástico sonido de Yo Majesty, contundente mezcla de electro y suciedad sureña que, como el título de su primer álbum pronostica, suena futurista, pero a la vez herencia directa de la old skool. “La única condición que les pusimos a la gente de Domino era que David Alexander, yo le llamo David Alexander The Great, debía mezclar el álbum. Para nosotros era muy importante que él mezclara el disco porque hemos trabajado juntos durante cinco años, sabe como manipular nuestras voces, sabe lo que hay que hacer. Él tiene el talento para la música y nosotros el talento para las letras”. Para hacer su historia más peculiar todavía Yo Majesty han firmado con un sello británico, un sello que para nada relacionarías con el rap, y quizás la explicación esté tanto en los explosivos directos del dúo y la colección de club bangers que han publicado hasta la fecha como en los prejuicios, la misoginia y la homofobia del rap americano. No es fácil ser gay en el barrio. “No nos conformamos con ser chicas MC. Somos tan reales como cualquiera”, explica cuando le preguntas por las comparaciones que han surgido entre su música y la de otras artistas femeninas como Salt N´Pepa o Missy Elliott. Shunda K apunta a Outkast como fuente de inspiración y para demostrar que nadie debería menospreciarlas se remite a sus directos. “Hacemos música para la gente y la gente responde. En los directos el público enloquece. Nosotros les enloquecemos. Negras. Lesbianas. La minoría de la minoría, pero la gente nos respeta porque saben que nadie puede vacilarnos, que no tenemos miedo a nadie ni a nada. ¿Por qué no puedo estar en lo más alto? ¿Por ser una chica o ser lesbiana? Todo el mundo puede estar allí, es una cuestión de fe y trabajo. Nosotros hemos trabajado muy duro y espero que nuestro éxito inspire a otra gente a hacer lo mismo que hemos hecho nosotras”. Si el respeto es lo que intentan ganarse la mayoría de MC con sus raps, ellas han trabajado el doble para recibirlo. Lo han hecho con un álbum explosivo, con directos arrolladores (se las vio en el último Sónar), no mordiéndose la lengua nunca, publicando una colección de temas que pondrá patas arriba cualquier garito y cantando como lo hacen aquellos que han tenido que luchar para que su voz suene tan alto y claro como la de cualquiera. El futuro, claro, siempre será mejor. Para ellas el futuro ha llegado.

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