Cediendo su apellido al nombre de este proyecto, quien agitara antaño la escena musical con los Zodiacs, su nueva reencarnación acumula ya un tercer episodio rondando, y ampliando, una definición del power pop que, aunque su influjo sea ingrediente esencial para el cancionero, sigue ejerciendo su propia onda expansiva, llevándolo por igual a recios riffs eléctricos como a elegantes paisajes psicodélicos. Conformado entorno a una banda ya establecida y consolidada, con Pit Flanagan, Lander Moya y Javi Estrugo como alineación fija, sus pasos esta vez dejan un rastro luminoso y optimista que se manifiesta en una representación especialmente melódica de sus ya identificativos impulsivos ritmos. Un breve pero jugoso repertorio que induce a acomodarnos en nuestro camino vital acompañados de energía y camaradería, recetario sobre el que hablamos con su autor.
Próximas fechas de conciertos: 15 de mayo en kafe Antzokia (Bilbao), 16 de mayo en Stereo Roc&roll Bar (Logroño), 18 de mayo en Getxo, 21 de mayo en Sala Copérnino (Madrid) en el homenaje a Dylan.
Si tu debut sonaba orgánico y el segundo trabajo más eléctrico y rockandrollero, este tercero es luminoso, versátil y melódico, ¿cada disco refleja el momento concreto en el que se encuentra el proyecto?
Creo que sí, sin darme cuenta acabo por centrarme en aquel tipo de canciones con las que más conecto en ese momento determinado. Escribo y compongo bastante material, y muchas veces incluso no creo demasiado en ciertos temas que sin embargo años después se convierten en favoritos. Pero también me pasa al revés, hoy no me gustan algunas cosas de hace años. Por ejemplo, "Las Banderas" es un descarte de mi anterior disco, “La Onda Expansiva”, y "Gato", que apreció en ese trabajo anterior, lo fue a su vez de “Sonido Forestal”.
También el concepto del disco es luminoso, optimista e incluso diría que hedonista, ¿tus composiciones son muy permeables al momento personal que vives?
Como banda estamos viviendo un momento muy bonito, de querernos y respetarnos mucho. Quizás debido a esa distancia geográfica que nos separa, cuando nos reunimos nos cogemos con muchas ganas cada vez que tenemos que salir de gira. Una situación de la que por otro lado nos sentimos todos orgullosos. También es verdad que mi “vida rural” ha dado un pequeño giro a mejor respecto a la que recogía el disco anterior, por eso creo que todo ese cúmulo de buenos sentimientos se ha reflejado en las composiciones y en el espíritu del disco. Tanto es así que la propia grabación fue una fiesta.
¿Hasta qué punto dirías que ese ánimo que pretenden trasladar las canciones han determinado su estilo y forma musical?
Me parece que las melodías y estructuras cercanas al pop son un reflejo directo de ese optimismo. Cantar y armonizar son cosas que inevitablemente las asocio a la alegría. La forma musical determinada me viene casi a la vez que las letras, a veces puede ser antes y otras después, pero en general siempre sucede en paralelo. Cuando tengo ciertos textos a los que no consigo encajar una música enseguida, no suelen prosperar, y a la situación contraria le pasa exactamente lo mismo.
¿Ha existido una primera canción que marcó el destino del disco?
Sí que hubo una, "Ya lo empiezo a notar" abrió esa idea de el "disco pop" de Garbayo. Se lo contaba a la banda y se partían de risa, porque "Corre Conmigo" vino justo después y significa todo lo contrario, y luego añadimos "Las Banderas"... Creo que también tiene que ver en el resultado la forma de grabar. Hemos cuidado la limpieza y el aire del disco más que en “La Onda Expansiva” y “Sonido Forestal”.
El título del disco parece un juego de palabras respecto a aquella película protagonizada por Michael Douglas, “Un día de furia”, ¿hemos asumido como normal en nuestras vidas toda esa violencia que nos rodea?
No lo había pensado, es verdad que suena muy parecido pero no pretendía meterme en ese fregado. Yo es que vivo con un ritmo diferente al de las grandes ciudades y no sabría decirte si estamos realmente tan empapados en violencia. De lo que sí estoy seguro es que sí lo estamos en cuanto a estrés.
El hecho de vivir en la sierra de Gredos, alejado de toda esa vorágine de las grandes ciudades, ¿crees que te aporta una visión distintiva de la realidad?
No sé si puedo asegurar que mi visión del mundo es distintiva, pero desde luego sí que el ritmo y el talante que se vive en el medio rural es muy diferente. Los temas de conversación giran en torno al precio de la leña, el pienso de gallinas, el agua que baja por las gargantas o el desbroce. De otros comunes, como los horrores del auge fascista que vivimos, es imposible no enterarse, por desgracia.
“Yo solo quiero hacer las canciones de mi vida, con las que expreso sentimientos”
Quizás sea una percepción errónea, pero este disco me parece que prioriza ser un álbum de canciones que la búsqueda de una unidad...
No te equivocas. Ya te digo que me guío más por lo que conecta conmigo en cada momento vital que en el hecho de conseguir un concepto musical global. Por eso me parece primordial que cada una de las canciones que publico signifique algo importante por sí misma. Si el resultado hubiera sido especialmente ecléctico creo que hubiera seguido adelante, aunque no lo sé seguro. También creo, para bien o para mal, que el estilo que me sale suele tener cierta consistencia, creo que empiezo a notar, incluso me empieza a pesar, ese propio estilo particular. A veces me gustaría hacer algo muy diferente.
En esta ocasión las aportaciones en teclados y coros de Alfredo Niharra creo que aumentan el rango en el colorido de los ritmos, ¿conocer los ingredientes con los que cuenta tu banda determina el camino de las composiciones?
¡Sin duda! En el caso de Alfredo ha estado ligado a la banda cuatro años y su aportación se nota mucho. Es un gran músico que eleva las canciones con su talento. A la hora de componer y grabar tengo en cuenta cómo se defenderá en directo. La pena es que nos ha dejado y tendremos que suplir sus arreglos con altas dosis de actitud.
En el disco hay momentos de riffs stonianos, de pop e incluso psicodelia, ¿sientes que a veces que se te encasille simplemente en el power-pop significa perder muchos de los matices que tiene tu música?
Últimamente he empezado a aceptarlo. La gente necesita usar etiquetas para ubicar a ciertos artistas. Me da igual que digan que es power pop. Es verdad que yo escucho a Big Star o los Plimsouls o Teenage Fanclub y veo semejanzas, así que no pasa nada, me parecen maravillosos. Pete Townshend inventó el powerchord que inauguró un género en el que se engloban grandes bandas llenas de matices. Lo que me da pena es que las etiquetas se conviertan en un prejuicio para aceptar o detestar un estilo. Otra cosa muy distinta es practicar la imitación de cinco o seis bandas, de hacer un ejercicio de estilo para freaks del género. A mí eso no me interesa. Como bien has dicho antes, yo solo quiero hacer las canciones de mi vida, con las que expreso sentimientos.
En cada uno de los discos has cambiado el equipo de producción, de Kaki Arkarazo pasasteis a ser vosotros mismos y ahora es Iñigo Escauriaza el encargado, ¿buscas un productor que se amolde en cada ocasión a la idea musical que tienes?
Después de la experiencia de los seis discos publicados con los Zodiacs, los de Garbayo y los que han grabado Pit, Lander y Javi, hemos llegado a la conclusión de que queremos grabar en un lugar que sea amigable al cien por cien para alcanzar la soltura y la expresión adecuadas. Y el estudio de Íñigo, El Submarino, es como nuestra casa e Íñigo es un amigo de verdad. De momento tengo bien amueblado el concepto de los discos antes de llevarlo al estudio; lo comparto con la banda y nos alineamos súper bien. Compartimos música los meses anteriores y nos alimentamos mutuamente. Y lo mejor es que Íñigo Escauriaza ya nos tiene más que calados.
En una canción como “Las banderas” hablas de salirse del camino, salir del juego y comprender que el amor es lo único que importa, ¿a veces tantas peleas por causas supuestamente mayores nos aleja de lo que verdaderamente importa y somos?
Eso es. De verdad no creo que sea tan importante defender unas ideologías o ganar una discusión en comparación con lo que nos ofrece vivir rodeados de amor, respeto y enriquecidos con las opiniones del que piensa diferente. Por eso noto que las banderas tienen un punto excluyente y supremacista que me tira para atrás. Obviamente, tenemos opiniones e ideas que nos definen y así debe ser, pero muy por encima de eso está el respeto y el amor a nuestra condición humana.
Publicas con tranquilidad, cada tres o cuatro años, y con un resultado extraordinario, ¿sientes que esa inmediatez y cortoplacismo en el que se desarrolla la escena musical actualmente hace bajar el nivel de las publicaciones?
¡Gracias! Para ser sincero, publico cuando puedo y además soy un tío que va lento en casi todo. Por suerte la financiación de la banda está saneada por los conciertos y demás ingresos, pero no siempre es así y hay que buscar el momento de grabar con mucho cuidado. Además la distancia entre los miembros y la disponibilidad de los cuatro también juegan su papel. Cada vez que publico quiero controlar todo lo que sale al detalle, cosa que también es fruto de mi inseguridad. Publicar me suele dar mucho pudor, aunque paradójicamente me he propuesto intentar hacerlo con mayor frecuencia. En cuanto al nivel del resto, no sé qué decir. Lo que está ocurriendo es que la esclavitud del algoritmo premia la mayor cantidad publicada, no la calidad.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.