Lo reconozco: los anteriores dos libros del periodista Pablo Ferrer (Valencia, 1978) me resultaron más estimulantes porque su enfoque era más singular. O más novedoso. El primero ("La Santísima Trinidad: El sonido del pop electrónico de masas. 4 décadas de Depeche Mode, New Order y Pet Shop Boys", de 2022) porque trazaba una interesantísima disección de los cruces de caminos entre tres de las bandas más emblemáticas en la historia del pop electrónico y perfilaba una jugosa comparativa entre ellas. Hacía falta valor. Y el segundo ("Génesis. Escena clubber posbacalao en la Comunitat Valenciana. 1996-2010", de 2023 y escrito a cuatro manos con Alberto Sola), porque documentaba de forma amena y exhaustiva – con acopio de testimonios de primera mano – un periodo tan olvidado de la electrónica hispana y valenciana y de su ocio nocturno como es la miríada de salas, discotecas, promotores y DJs que rompieron en la costa mediterránea con la herencia del bakalao en su fase terminal. Esto, sin embargo, es otra cosa: una historia lineal sobre Kraftwerk, los padres del cordero. Tiene su lógica: sin ellos, no se explicaría todo lo acontecido con posterioridad. Todo lo que abordan los dos anteriores volúmenes del autor. Pero también es verdad que el cuarteto teutón ha dejado un campo plagado de minas en forma de libros para quien llegue ahora. Al menos en inglés. No es fácil aportar nueva luz cuando ya se ha contado prácticamente todo de ellos. Menos aún cuando estas 307 páginas se nutren de declaraciones recogidas en otros libros y en medios de comunicación (revistas del ramo, programas de televisión, periódicos).
Dicho esto, si algo demuestra Pablo es que sabe compensar lo poco extraordinario del enfoque con un encomiable trabajo de documentación y contextualización. Y eso, al fin y al cabo, también es periodismo. Proyecta una mirada periférica que se expande a lo largo (antecedentes e influencias) y a lo ancho (distintas disciplinas, mirada global). En ese sentido, bien puede decirse que "Kraftwerk: La máquina humana" (2025) puede ser el acercamiento más integral en castellano al mito del cuarteto de Düsseldorf. La mejor introducción para iniciados y un compañero fiel para fans. Porque explica muy bien cuál fue el caldo de cultivo en el que germinaron. Transmite aquella escéptica mirada que Florian Schneider y Ralf Hütter proponían sobre un legado cultural que se proyectaba al futuro conectando con la herencia de Karl Heinz Stockhausen o Fritz Lang para borrar los estragos de la Segunda Guerra Mundial – como si nunca hubiera existido, o quizá sí – y avistar una propuesta netamente germana, diametralmente diferenciada del omnipresente cedazo del rock anglosajón de la segunda mitad del siglo XX. Desgrana su discografía y lo más lucido de sus giras, faltaría más. Y detalla hábilmente el influjo de la banda (en sus diferentes encarnaciones) sobre estilos como el techno, el house o el electro y sobre músicos como Björk, Daft Punk, Bowie, Depeche Mode, Joy Division o Radiohead: esa perspectiva histórica – en los dos sentidos – es lo que más suelo echar de menos en nuestro periodismo musical (siempre hay excepciones, obviamente), y es una muestra más de cómo el autor ha sabido hacer virtud de la necesidad.

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