Ama

Ama es mamá en euskera, y también es la tercera persona del presente del verbo amar. Y la madre de José Ignacio Carnero, nacido en Portugalete en 1986, dejó su pueblo en Galicia para irse a trabajar de empleadas interina de unos señores vascos que acabaron también cuidando del escritor. A partir de esa historia de su vida, y en concreto de la enfermedad de su madre, Carnero escribe la historia de su barrio, la Margen Izquierda. Basándose en los relatos que ella le contó, tirando de memoria, y no de las cintas que grabó de conversaciones entre ambos, demasiado dolorosas tras su muerte, y que decidió dejar guardadas en un cajón.

Narra Carnero la vida tal como es, o tal como nos gustaría que fuera. Porque, como aseguraba en una entrevista publicada en InfoLibre, “para recordar a mis padres hay que pensar antes en un capullo como el Fary que en Bob Dylan. Nos gustaría pensar que nuestros padres estaban ahí en mayo del 68, escuchaban a Dylan y miraban a un cuadro de Hopper. Pero no, el país era otra cosa. Y nuestro pasado no es muy glamuroso”. Algo tan cierto como sonrojante para muchos. Por eso él no huye de su historia, sino que la cuenta tal y como fue, dando importancia a lo cotidiano, para convertir en héroes y heroínas a aquellos que nunca se acercaron a serlo. Al menos en sus pensamientos.

Así, mientras intenta convertirse en abogado, Carnero descubre el arte de las letras, y confirma también que ni siquiera esta puede convertir en cool aquello que no lo es. La vida de la clase obrera es demasiado cruda como para convertirla en épica. Porque la misma supervivencia ya luce esa epicidad. Un libro de duelo de un hijo hacia su madre. Un trozo de vida que compunge. Una buena manera de estrenarse en lo literario.