En algún lugar de este mismo ejemplar, uno de nuestros colaboradores apunta que ha sido éste un año excepcional para el hardcore, algo con lo que no estoy en absoluto de acuerdo. Cierto que el underground sigue a pleno rendimiento, pero por primera vez tengo la impresión de que la enésima revolución del género esta temporada ha librado y que nos hemos quedado con casos puntuales de indudable interés y con más ganas de cada al próximo año.
Para empezar apunten a The Blood Brothers por si acaso ya no se acuerdan de ellos o el disco conceptual de Coheed And Cambria, por poner dos ejemplos que me parecen atractivos. Por otro lado, la cosecha directa o indirectamente afiliada a una multinacional nos ha permitido escuchar el mejor disco de AFI, paladear el trabajo más accesible de Poison The Well, sentir en propia carne la decepción que ha supuesto "Antenna" de Cave In y tener entre manos el nuevo álbum de Thursday. Y de momento los de New Jersey no defraudan. Su disco está muy por encima de la media, y se lo digo en un momento en el que centenares de formaciones suenan como ellos, o por lo menos pretenden hacerlo, algunas sin abandonar el hardcore, otras sumergiéndose en las pantanosas aguas del nu metal. Desgraciadamente eso lleva a que su propuesta no nos suene tan personal como ocurrió unos años atrás, aunque sus canciones y su maestría manejando las normas de estilo del screamo comercial les vuelvan a convertir en apuesta segura. Dicho de otro modo, mientras sigan contando con canciones como "Division St.", "War All The Time" -salpicada por el espíritu de los Cure más melancólicos- o "Steps Ascending" -en la que colabora Jonah Matranga (Far, New End Original, Onelinedrawing)- o sepan utilizar pianos y chelos (en manos de Gretta Cohn, habitual de los últimos Cursive y presente en el largo de Edison Woods) sin empalagar, estarán varias cabezas por delante.
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