The Kid Got Electric
Discos / The Jesus Bolt

The Kid Got Electric

7 / 10
Carlos Pérez de Ziriza — 18-01-2022
Empresa — Autoeditado
Género — Rock

De las catacumbas más hondas del rock independiente británico emerge este artefacto que no debería pasar desapercibido, gestado por dos veteranos de la escena de Bristol que tocaron su guitarra en los fantásticos The Blue Aeroplanes durante dos etapas distintas de la banda capitaneada por Gerad Langley: ella, Hazel Winter, lo hizo a principios de los noventa, y él, Gerard Starkie, en la primera década de los 2000.

Son pareja, y lo que ponen en liza en este primer álbum como The Jesus Bolt es una suerte de blues-folk-rock ciertamente imaginativo y muy bien letrado (Hazel publicó un libro de poemas en 2018), evocador y turgente. Rotundo. Repleto de aristas. Con momentos vivificantes, especialmente aquellos en los que Winter toma el mando (en muchos otros alternan), se pone en modo spoken word y doma rodajas tan fibrosas como “Flaming Car” y “The Builder”, o tan magnéticamente obsesivas como “Bright Burning”, que tiene un texto que atrapa.

Se nota que hay bagaje: ella acumula cuatro álbumes publicados a su nombre y él dos, además de que formó parte de Witness, segunda fila de aquella escena inglesa que vivía los estertores del britpop y los senderos tortuosos de Radiohead y primeros Muse a finales de los noventa, y no andaba muy en sintonía con la heterodoxa americana que proponía su segundo álbum.

Hay mucha miga en estos cuarenta y cuatro minutos. Clama al cielo que solo tengan cuarenta y pocos oyentes mensuales en Spotify y ningún corte que supere mil reproducciones. Lectura positiva: podéis ser de los primeros en descubrirles fuera de su círculo de amistades. Y quizá en unos años podáis fardar de ello. Sería glorioso.

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