Recuerdo la primera vez que alguien me habló de The Gold. No me sorprendió que fuera el nuevo proyecto de Kurt Baker. Porque el músico nacido en la ciudad del detective Charlie Parker, aunque afincado hace tiempo en Madrid, es de esos que no para quieto. Más me llamó la atención que en su nuevo proyecto se incluyeran miembros de bandas como The Limboos, The Phantom Keys, Hollywood Sinners, Bullet Proof Lovers y Chixdiggit! Y el colmo fue cuando me aseguraron que esto no tenía nada que ver con lo que Baker había hecho antes, y que me iba a sorprender muchísimo. Malditas expectativas. Si la cosa está en sorprender, vamos por mal camino. En cambio, si lo que venimos a buscar es un nuevo disco de puro sonido Kurt Baker, vamos a salir, como siempre en su caso, encantados con el resultado.
Es evidente que hay matices. Precisiones. No se puede negar que The Gold pueden pasar por el grupo de punk más crudo de las últimas aventuras de Kurt, pero de ahí a decir que no tiene nada que ver con lo que había hecho hasta ahora hay un largo camino. El sonido neoyorquino se erige como protagonista de este combo en el que Baker se alza junto a Marky Las Vegas, como director del cotarro, en la formación que completan Oky Von Stoky y Mark O’Flaherty. Inevitable no escuchar piezas como “Fallen Angels Stroll” o “Cranky Little Marianne” y que no te vengan a la mente los nombres de New York Dolls, de Johnny Thunders o incluso de The Stooges. Buen disco. Sin duda.
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