One True Pairing

Tom Fleming se reinventa en su primer álbum en solitario bajo el nombre de One True Pairing. El ex componente de Wild Beasts sopla sobre las cenizas del grupo tras su disolución y encuentra un nuevo camino al que seguir. Se amarra así a todas las frustraciones personales y profesionales que ha acumulado en los últimos años para generar un disco oscuro y crudo que logra despertar nuestro interés.

Con este primer homónimo Tom apuesta por remarcar esas enormes dosis de melancolía que aportaba a Wild Beasts representando un mundo completamente destruido y ahogado por los desastres generados por el ser humano. El artista se llena de historias de desesperación para dar un golpe en la mesa, hablar del colapso de la realidad actual, pero también indagar en tramas personales sobre opresión y lucha por la supervivencia. Y es que, a pesar del pesimismo, tras tantas capas de terror, también hay hueco para que el álbum respire ciertas dosis de esperanza. En su búsqueda hacia una nueva identidad como músico se agarra de la mano de Ben Hillier. Este no solo se encarga de la producción del primer largo de Tom, sino que también es uno de los grandes pilares que marcan el alma del proyecto. Entre la larga lista de logros de Hillier están sus participaciones en discos de Depeche Mode, Natalie Imbruglia, Editors o Suede. Unas referencias perfectas para el resultado final que Tom buscaba en sus nuevas composiciones. La pareja ideal para construir un buen disco definido por unas estructuras muy poperas, pero que a su vez se mezcla con una electrónica intimista y compleja.

Sintetizadores, cajas de ritmos, baterías agresivas, guitarras crudas… Entre lo mejor del álbum encontramos esa crítica a la explotación de la clase obrera sobre cómo cada vez más está reproduciéndose en el presente ese duro Thatcherismo del que tanto se ha huido y, sin embargo, nadie hace nada por frenarlo. Mensaje que capta a la perfección en “Dawn At The Factory” con una letra más que transparente. “The’ve got kids to feed. Who they going to tell anyway? They do the work of two men. Ship em in, no one’s going to say anything”, llora Tom para intentar captar la atención de sus oyentes y del pueblo británico en especial. Por otro lado, otro de los puntos más interesantes a resaltar es esa protesta por la educación centrada en la masculinidad que realiza en "Weapons". La obligación de cumplir con unos estándares desde la infancia que te exige la familia y que te marcan para siempre (“Up in your room you showed me your collection of knives and the porn printed in black and white. Big muscle boys and five foot girls shot from behind”).

Al margen de las clásicas historias de amor que definían Wild Beasts como banda, y cuyas relaciones recupera en cierta medida en esta nueva etapa, Tom ha conseguido renovarse como artista a través de una apuesta mucho más personal y experimental. One True Pairing nace con un universo propio que lleva un paso más allá las nuevas creaciones de Tom. Y consigue, a través de él, abrir un mundo de infinitas posibilidades que seguramente el artista sabrá explotar en futuros lanzamientos. Con un arranque tan sólido, a Tom solo le queda dejar que el monstruo crezca, cortar cualquier hilo que aún pueda atarle al pasado y centrarse en desarrollar esta nueva propuesta a lo grande. El resultado final merecerá la pena.