Acostumbrados en los últimos tiempos al fiel revival del soul clásico, se agradecen los esfuerzos que se salen por la tangente y revitalizan géneros que tienden al inmovilismo. El norteamericano Willis Earl Beal posee una profunda y aterciopelada voz negra que le valdría para emular a Al Green, por ejemplo, pero prefiere teñir sus canciones de desarraigo urbano poniendo a su disposición sintetizadores y otros avances tecnológicos. Salvando las distancias, recuerda al uso que hacían del soul en los años noventa las bandas de trip hop. Se intuía, se oía a lo lejos, pero como sucede con Willis, marcaban el latido de las canciones. Así que juega por libre este hombre… y cuesta seguir su juego. Se hace largo (trece canciones, casi una hora) y cuando da con la tecla adecuada no la acaba de rematar. Invita a cantar a Chan Marshall, la de Cat Power, en una de las canciones más accesibles de su complejo repertorio, “Coming Through”, y ¡apenas se la oye!
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