Escape The Chaos
DiscosMorcheeba

Escape The Chaos

7 / 10
Fran González — 28-05-2025
Empresa — 100% records
Género — Trip Hop

Conectar con lo que verdaderamente importa y dejar al margen el escándalo y la pantomima es un propósito de Perogrullo que, de seguro, ya figura de forma natural en la agenda de todo hijo de vecino. No necesitamos que nadie a estas alturas nos lo pida dos veces, aunque si es la mismísima Skye Edwards, valiéndose de su supina elegancia, quien osa invitarnos a abordar tal empresa, ni que sea durante una hora, no podemos más que rendirnos ante sus exigencias y bajar de revoluciones el ruido del mundo.

Morcheeba cumplen este año tres décadas siendo uno de los referentes más estables dentro de esa ola de trip-hop noventero y primigenio de la que ya apenas quedan resquicios. Pero más allá de lo que dicte el calendario, la vigencia de su inasequible legado queda fehacientemente probada de la mejor manera posible: con un disco nuevo que nos traslada manifiestamente a los momentos de máxima brillantez y plenitud del dúo británico. Valiéndose de la más preclara literalidad, "Escape the Chaos" (25) supone un bálsamo sonoro contra toda incertidumbre coyuntural y una espita por la que colarnos sin mirar atrás. Insistimos en que su promisorio leitmotiv no inventa la pólvora, pero si se tienen los recursos necesarios para lograrlo, miel sobre hojuelas.

Y vaya si Skye Edwards y Ross Godfrey tienen lo que hay que tener para cumplir. La voz aterciopelada de una y los sugerentes riffs de guitarra del otro se encargan de abrir este viaje introspectivo con la máxima mediante de lanzar al éter una súplica por la empatía entre alegorías románticas (“Call For The Love”). Un mensaje un tanto simplista y poco arriesgado, tal vez, pero con la dosis de ternura justa para que bajemos la guardia y se destensen nuestros músculos. La clase que ambos destilan comienza a filtrarse entre síncopas y grooves procesados en “Elephant Clouds” para terminar dando la sorpresa en “Peace of Me”, co-firmada con el rapero Oscar #Worldpeace y que perfectamente podría figurar en el catálogo más accesible de unos Massive Attack. Menos reivindicativa, pero con el punch étnico ideal para el montante, resulta “Pareidolia”, tándem a dos voces entre Edwards y Amanda Zamolo (esposa de Godfrey) que refuerza a golpe de psicodelia canutera el carácter desahogado del proyecto.

El abanico de bienes y talentos del que la dupla hace gala no engaña: maximalismo paisajista y atmosférico, conjugado entre cuerdas (“Far We Come”) y sintetizadores (“Molten”) que anclan la propuesta a una estética sonora muy concreta (defendida desde el orgullo en “We Live And Die”). Eso sí, superada dicha morfología demodé que algunas pistas plantea, su humeante y meditativo onirismo logará embriagarnos sin concesiones posibles, valiéndose de la sedante sutilidad de quien 30 años después sigue brindando un refugio sanador para sus oyentes. Desde la mesura y la experticia, Morcheeba no pretenden sacudir conciencias a través de este, su undécimo disco, sino devolvernos el aliento perdido, sin estridencias ni prisas, en medio de este asfixiante bullicio que nos rodea.

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