Circles
Discos / Mac Miller

Circles

8 / 10
Ignasi Estivill — 21-01-2020
Empresa — Warner Import
Género — Rap

Mac Miller nos dejó el 7 de septiembre de 2018 a causa de una sobredosis accidental, solo un mes después de sacar su quinto y probablemente mejor álbum, “Swimming”. Malcolm James McCornick fue un personaje muy querido, especialmente por la comunidad del rap, y su fallecimiento no solo dejó un gran vacío, sino que también cortó la clara línea ascendente en la se encontraba el joven y prolífico rapero de veintiséis años, con sus tres últimos álbumes en las listas de éxitos, pero también bien recibidos por la crítica. Un chico judío de Pittsburgh que se ganó la fama hace una década con rap fiestero de fraternidad americana, y que acabó como un rapero multiinstrumentista de prosa sincera que prefería experimentar con otros géneros.

La reciente colaboración también póstuma con los Free Nationals, o la detención con cargos de tres hombres involucrados en su muerte parecían ser las últimas noticias que íbamos a recibir en relación a Mac Miller. Pero el 9 de enero nos despertamos con una gran sorpresa, su familia anunciaba que quedaba una última obra para publicar, y que con la ayuda del productor Jon Brion, saldría a la luz “Circles”.

Circles” no es uno de esos discos póstumo que se utiliza para sacar tajada, es el disco que acompaña “Swimming”, y crea así la obra “Swimming In Circles”, dos álbumes con estilos un tanto distintos, pero que se complementan y equilibran entre sí.

La vida y carrera de Mac Miller siempre estuvo marcada por su salud mental y su adicción a las drogas, y en “Swimming”, vimos como hacía un gran esfuerzo de aceptación de sí mismo, respirando optimismo en su tristeza y cacao mental, hablando sin tapujos de su ruptura con la estrella del pop Ariana Grande (siempre con gran respeto y admiración), de sus adicciones y sus demonios, pero también con momentos de paranoia y de dudas que no conseguía resolver.  De aquí salieron un buen puñado de grandes canciones donde Mac rapeaba desenfadado y seguro, alternando temas más sensuales con otros con más flow, desde melodías de jazz experimental hasta el funk más pegadizo y groovy.

Circles” mantiene esa línea, pero tiene un estilo y un enfoque diferente. Es mucho más íntimo y cercano. No encontramos hits como en el anterior disco,  pero Mac ha aclarado más sus pensamientos y se le ve mucho más confiado y soberbio en torno a su persona. Demuestra que ha encontrado más respuestas, cada vez se quiere más a sí mismo, y te cuenta con mucho optimismo como lidia con su ansiedad, sus adicciones o su ruptura con Ariana. Y esto es de lo más triste de todo, que justo cuando nos dejó ( y estaba creando este disco), era cuando más en paz estaba consigo mismo.

Mac ha sido un artista elegante capaz de amansar cualquier oído, de hacerte bailar, de hacerte reír, vibrar, seducirte… Un tipo con muy pocos detractores, con muchísima música en su cabeza, que nos dejó en su mejor momento y con todavía muchísimo por hacer, pero que ha conseguido enviarnos ahora doce de canciones que parecen producidas desde el mismísimo cielo.

¿Lo peor de “Circles”?  Darse cuenta de que será la última obra de Mac Miller.

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