Un nuevo álbum con canciones propias de The Lemonheads ve la luz cuando la fe en el alumbramiento ya solo persistía en los más optimistas. “Love Chant” puede presumir de ser la primera referencia con material original del grupo de Evan Dando desde aquel trabajo homónimo de 2006 y tras esos dos discos de versiones, “Varshons” (The End, 09) y “Varshons 2” (Fire, 19), que hasta la fecha suponían su único paso por el estudio en casi dos décadas. Un retorno que podría considerarse sorpresivo en sí mismo, pero que resulta todavía más asombroso dada su solidez, con once canciones en las que Dando y compañía (por el disco pasan Juliana Hatfield, Tom Morgan, Erin Rae, John Strohm, Nick Saloman, Bryce Goggin o el productor Apollo Nove) sacan músculo y exhiben satisfactorio nivel compositivo e interpretativo, con la formación luciendo en primer plano aquellas cualidades que siempre han engrasado el proyecto.
Embriagador indie-pop con anormal olfato para las melodías, con similar querencia por power-pop y new wave que por country y americana, además de una incuestionable alma punk supurando con frecuencia desde una segunda línea para entremezclarse con un halo de melancolía. Un gancho equilibrado que, junto a la todavía embaucadora voz del artífice y esas guitarras aditivas y cargadas de distorsiones que remachan la canción de turno, deriva en la luminosidad latente en clásicos como “It's A Shame About Ray” (Atlantic, 92) y “Come On Feel The Lemonheads” (Atlantic, 93). Dando repite fórmula sin trampa ni cartón (ni disimulo) en “Love Chant” y, aunque como era de esperar no alcanza a igualarlos, es capaz de desprender esa inequívoca esencia que emparenta el lanzamiento con esos títulos insuperables.
Un elepé grabado en buena parte en Brasil (actual lugar de residencia de Dando) y que, sin duda, supone la entrega más redonda y equilibrada con la firma de The Lemonheads desde otro intocable como es “Car Button Cloth” (Atlantic, 96). Un optimismo extendido desde los ecos country de la inicial “58 Second Song” hasta ese tipo de emotividad marca de la casa que preside “Roky”, medio tiempo que aquí hace las veces de epílogo. Por el camino quedan el single “In The Margin”, “Deep End” con la palpable aportación a la guitarra de J Mascis de Dinosaur Jr, la misteriosa “Be In”, “Marauders” (con la sobra de The Modern Lovers cayendo en vertical), el nervio de “Love Chant”, u otras gemas del tipo de “In The Margin”, la preciosa “Togetherness Is All I'm After” o “Wild Thing”, compuesta junto al ex The Moldy Peaches Adam Green.
“Love Chant” es una apología acerca de lo innecesario de afrontar cualquier tipo de innovación o giro vanguardista, tras apostarlo todo a un sonido tradicional que, en realidad, se antoja atemporal. Un disco que, se mire por donde se mire, solo cabe entender como buena noticia. Por supuesto, por lo que significa el propio regreso a escena de uno de los nombres inexcusables de los noventa. Pero, sobre todo, porque la obra nos devuelve a un Evan Dando en plena forma, justo cuando más cacareada resultaba su supuesta incapacidad para reverdecer los laureles de aquel artista seductor que, otrora, reinase en la por entonces floreciente escena indie norteamericana de los noventa. Una obra que, en definitiva y sin espacio para la duda, certifica el gran regreso de quien durante un tiempo pareciera ser el ángel caído.

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