Ojalá

En plena resurrección de algunos de los grupos que hicieron canciones desde la melancolía adolescente bajo los grises y lluviosos domingos británicos (con Slowdive a la cabeza), se echa en falta a los más especiales. Los que inventaron ese lenguaje de ensoñación y fantasía: Cocteau Twins. Sin embargo, la tormentosa ruptura sentimental de Elizabeth Fraser y Robin Guthrie hace altamente improbable esta posibilidad (Fraser rechazó hace unos años una oferta millonaria para reaparecer en festivales), de modo que tenemos que conformarnos con discos como éste: primera referencia, por cierto, del sello Bella Union en su vigésimo cumpleaños.

Lost Horizons conecta a quien fue bajista de la banda escocesa y artífice de Bella Union, Simon Raymonde con el batería Richie Thomas, alma de los pioneros de culto del post-rock Dif Juz. Ambos trabaron amistad en los ochenta, aunque entonces no concretaran canciones. Tres décadas después, y a veinte años de la amarga disolución de Cocteau Twins, se resarcen con una generosa entrega de un pop preciosista, crepuscular y romántico que evoca sin complejos a la banda matriz de Raymonde.

Vocalmente se apoyan en una sugestiva nómina de colaboraciones sobre todo femeninas, de Liela Moss (The Duke Spirit, Ghostpoet) a Marissa Nadler, Sharon Van Etten o Karen Peris (The Innocence Mission). También se apunta Tim Smith, de Midlake. El conjunto, nada menos que setenta minutos, se hace por momentos eterno, como en el esforzado shoegaze de “The Engine”. A veces, como en “The Tide”, a un paso de la indigestión new age. “Bones” es, pese al desmelene vocal, demasiado correcta. La sobreproducción “adulta” es un lastre, en especial con las canciones con voces masculinas. Menos mal que aciertos como el estupendo single “The Places We´ve Been” (híbrido entre los mejores Cocteau Twins y, sorpresa, The Sundays), las melodías de “Asphyxia” o “I Saw The Days Go By”, con reminiscencias góticas, los aires folk de “She led Me Away”, el ritmo de “Give Your Heart Away” o la segunda mitad de “Score The Sky” levantan el vuelo. Una buena poda habría ayudado mucho.