Apollo
Discos / Lopezhouse

Apollo

8 / 10
Fernando Fuentes — 31-03-2022
Empresa — Bedrock records
Género — Electrónica
Fotografía — Archivo

Erase una vez dos amigos de Valdepeñas que consiguieron publicar su primer álbum en Bedrock Records. Que el icónico John Digweed no da puntada sin hilo lo sabemos desde hace décadas. Pero que dos manchegos de pura cepa, como son Lopezhouse, iban a firmar uno de los discos más especiales, por interesantes y llamativos, en los últimos tiempos del sellote londinense de esta leyenda viva y coleante de la electrónica, no. Y, además, lo hacen desde la experimentación, ¿se les puede pedir más?

En este ‘Apollo’ -debut en largo formato de David López y Carlos Cruz- campa un sofisticado, pausado y elegante ambient. Todo a a baja velocidad y siempre querente al krautrock, al motorick, al post-rock y al disco más oscuro watherhalliano, que nos retrotrae a los años 80 y aledaños. Pero también hay synthwave, techno y dub, claro. Y todo completamente ajeno a esa pista de baile en la que se mueven con demostrada destreza y que los ha aupado a la fama en lo que al clubbing nacional se refiere.

En estos trece cortes hay mucho trabajo implícito, todo está cuidado hasta la extenuación. Aquí el detalle cuenta y mucho. Todo queda enmarcado en un retro-futurismo atemporal que nos regala bellos paseos espaciales en los que perdernos sin ánimo de vuelta. Sobre melodías sintetizadas, suenan guitarras difusas casi propias del sonido progresivo setentero, estilizados pads y una batería real que aporta una necesaria dosis de humanidad al disco.

Cortes como la hipnóticas y letárgicas ‘Apollo’ o ‘Soyuz II’ o ese ‘Burning’ con la que pasemos por una superficie no terrestre que, poco a poco, se nos muestra de manera más amistosa. En ‘Ecaz’ todo vira hacia estancias más post-rockistas, con ese touch progresivo, rayano en lo sinfónico, que tan bien le sienta. Mientras que en cortes como ‘Echoes from Mars’ es un gélido techno-dub ambiental el que nos embarga y en ‘Love in the spacecraft’ -y sus casi ocho minutazos- el krautrock toma todo el protagonismo con ese riff de guitarra distorsionada, pero amable y crepuscular.

Mención especial merece la interestelar ‘Endless Voyage’, quizá el mejor tema de este ‘Apollo’ por su capacidad para hacernos escapar, hacia el infinito y más allá, sin levantar el culo del asiento. En Bedrock Records ya les han tomado la matrícula, atentos al futuro.

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