“Una columna de humo por el día, un pilar de fuego por la noche”. Esta enigmática frase de la epopeya galáctica “Dune” inspira el título del largo debut de Kaiosama, una fascinante banda de posthardcore metalizado surgida de las cenizas de las añoradas y ŕeivindicadas Catorce y De la cuna a la tumba, disueltas en 2019 por motivos de salud.
En ambas formaciones sevillanas tocaba Jaime Ladrón de Guevara, gran letrista y enorme guitarrista. Él necesitaba poner una pausa y reencontrarse después de años y años volcado en la música. Y a ese pasado no tan lejano parece referirse en “NERV”, la primera del nuevo lote, un corte potentísimo, ejecutado con una técnica endiablada, con riffs matadores y redobles infernales. “Vengo del incendio, no sabrás lo que vi allí”, canta Ladrón de Guevara, con garra, como con ganas de resarcirse moral y mentalmente. “Aquí viene otro cometa”, grita en la parte final, un anuncio que nos habla de un nuevo comienzo, una nueva oportunidad llamada Kaiosama.
Cuando ya estuvo recuperado, Ladrón de Guevara volvió a subirse a los escenarios para echar una mano en directo a los cordobeses Viva Belgrado. Esa amistad se plasma en el presente “Un columna de humo”, pues dos de sus componentes participaron en la grabación. Ángel Madueño se encargó de todas las líneas de bajo del disco y Cándido Gálvez colabora vocalmente en “Vana/Gloria”, una pieza que versa sobre aquello que muchos catalogan de éxito. “Un altar no es más que un vacío”, proclaman en esta explosiva canción con partes de puro screamo.
Detrás de una portada oscura con un monstruo de tres cabezas encontramos un trabajo instrumentalmente épico y grandilocuente, con riffs laberínticos y una base rítmica que no hace prisioneros, entre el post-hardcore de los dosmiles y el metal moderno más virtuoso. Líricamente, hay mucha introspección y vulnerabilidad, pero también arrojan luz, esperanza. “No sé quién soy y tengo miedo del Universo, de su control, su caos”, admite Ladrón de Guevara en “Un punto azul pálido”. “No escuches mis palabras, es solo otra canción, recuerda que soy frágil”, escuchamos en la emotiva "Aguamarina", posiblemente la frase más sincera de todo el álbum.
En este debut, grabado con Jesús Gómez 'Trikel' en sus Greencross Studios (Málaga), hay al menos otra referencia clara a la archiconocida novela de ciencia ficción de Frank Herbert: “Atreides”. La familia protagonista de la saga “Dune” da título a uno de los 11 cortes, donde parafrasean aquello de que “el miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total”, recitada por Paul Atreides en varios momentos de la novela. En la inicial “NERV” y la final “SEELE” -ambas en mayúsculas-, por cierto, la inspiración parte de la serie de anime y manga “Evangelion”. En esta última canción cantan “y me agarré al cometa” y cierran así una apasionante odisea posthardcore con tintes fantásticos. Muy recomendable.
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