Cuatro años han tardado estos barceloneses Hola Chica en sacar su opera prima desde que Alex Guerra (voz y guitarra rítmica) y Lucas González (bajo) decidieron empezar algo juntos. Una cocción lenta, junto a la incorporación de Víctor Alarcón (sintetizadores), David G. Forés (batería y percusión) y Víctor Tomás (guitarra), pueden haber sido la clave para conseguir una sonoridad que para nada parece de primer disco: cerrada, compacta y segura, de aquel que lleva ya tres discos a las espaldas y horas y horas de estudio. Nada más lejos, y puede que por esto consigan, a la vez, sonar frescos y directos, sin rodeos, como el que acaba de aterrizar y todavía no se a contaminado de pedantería superflua.
¿Cómo lo logran? Con un electro-pop altamente bailable que grita de frente a los ochentas de sintetizadores adictivos (como “Heart”), pero también al britt glamouroso de Pulp (óigase el singelazo ”Radio Girl”) o a las melodías sencillas y pegadizas de los grupos sin complejos de la New Wave, como Human League o Alphaville, que bailan con toda una amalgama de referentes, a los que podríamos incluir desde Talking Heads a Air o The Killers, y que tienen en común un groove muy marcado que invita a moverse hasta decir basta.
Grandes generadores de estribillos resultones que quedan enganchados al cerebro por puro magnetismo (creo que la perfecta “Back Home” es el mejor ejemplo de ello) y que nos hablan, en inglés, de aquello que nos hace más humanos: las relaciones entre nosotros y, como no, el amor y el desamor como centro de éstas. Un receta sonora que brilla poco en nuestras tierras (a excepción, si se quiere, de los queridísimos Mucho y sus “Nuevas Ruinas”) y que parece estar destinada a volar lejos, muy lejos.
El broche de oro lo ponen gracias a una producción impecable a cargo de Valen Nieto y Marc Cros, y de Santos Berrocal en la mezcla, ha sido que los hace lucir todavía más.
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