¿Un entretenimiento? ¿Un sacaperras? ¿Interesante? Preguntas que nos debemos hacer antes de adquirir lo nuevo, entre comillas, de Green Day. Y lo de las comillas lo apunto porque nos encontramos ante un lanzamiento que, como ya ha sucedido antes en otros artistas, recupera grabaciones realizadas en los estudios de la BBC (una especie de El Dorado sónico son sus archivos). En concreto las dieciséis canciones de este disco se grabaron en cuatro actuaciones, celebradas en 1994, 1996, 1998 y 2001. Y esto no es baladí, ya que permite ver a evolución de una banda desde canciones iniciáticas como “Basket case” o “2000 light years” a temas más maduros extraídos de "Warning", su disco de 2001, y el último que está representado en este volumen. Eso ya lo hace más interesante que la mayoría de este tipo de lanzamientos.
Por tanto, entretenimiento, puede. Muy posible, de hecho. Sacaperras, pues también, que nunca está mal el lograr ganarse unos royalties en los tiempos que corren. Pero, sobre todo, sustancial, que para nosotros debe ser lo importante. Ver como Billie Joe Armstrong y los suyos pasan de un punk pop totalmente fresco y juvenil a un rock de aroma punk mucho más maduro, es descubrir sonoramente el caminar de una banda que, no nos engañemos, es uno de los últimos grandes dinosaurios de la historia del rock. Otra pregunta ¿es solo para fans? Pues quizá sí. Para aquellos que no lo sean tienen suficiente con sus discos, pero si les interesa ver como todo grupo es un ente vivo que cambia de forma, aquí tienen el documento ideal.
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