Ojo de Bife
DiscosGermán Salto

Ojo de Bife

7 / 10
Sergio Ariza — 04-11-2025
Empresa — Calaverita Records
Género — Alt-Country / Americana

Germán Salto vuelve a las raíces americanas de sus inicios con su nuevo disco, "Ojo de Bife", tras el deslumbrante ejercicio de pop barroco a là Burt Bacharach que se marcó con su anterior disco, el primero en el que utilizó su nombre al completo, producido por Iñigo Bregel.

Ahora detrás de la mesa se coloca Ricky Falkner (productor de Love of Lesbian, Sidonie o Lori Meyers) y se mantiene el castellano como idioma único. Musicalmente el disco sigue dos vías principales, muchas veces mezclándose entre ellas, una es ese folk rock y country rock que tiene sus raíces en los Byrds y derivados (Flying Burrito Brothers, Gene Clark, Buffalo Springfield), y otro en esa especie de Power Pop que también tendría sus orígenes en los Byrds de Gene Clark y su "I'll Feel A Whole Lot Better", con paradas en Big Star o o los Wilco de "Summerteeth". Evidentemente, al músico que más suena en este disco el madrileño es a ese heredero de los Byrds que fue Tom Petty, sin olvidarnos del propio Gene Clark.

La primera canción, "Goliat", es una perfecta transición entre su anterior trabajo y este, y es que posiblemente sea su melodía más bonita, una que podría haber ido perfectamente acompañada de esas cuerdas que tan bien lucieron antes. Pero aquí no, los arreglos de cuerdas se cambian por pianos, Hammond, guitarras con eco y esa pedal steel que será uno de los elementos fundamentales del disco.

La pedal steel vuelve a ser protagonista del comienzo de "La carne y el hueso", otra de las canciones más destacadas del disco, una pequeña gema pop que suena sincera y sin postureos. En "Te oí decir" comparte protagonismo con Falkner y la voz de Nina de Juan de Morgan, dos voces que siempre mejoran el material que cantan sus cuerdas vocales, y aquí el material es de mucha calidad.

La segunda cara del disco tiene menos medios tiempos, aunque algunos de los temas más movidos como "Rompecabeza" o "Si Te Marchas", también tienen una pedal steel y cierto toque melancólico, algo que pasa también, aunque sin pedal steel, en "Cada vez" una de las melodías más certeras de este disco.

En "Aspas contrarias" comienza con armonías tipo Los Brincos y un fiddle que colorea una melodía muy sesentera. Los aires años 60 continúan con "Sin Preguntar", donde también vuelve la pedal steel y deja claro que también ha estado escuchando mucho a los Lemon Twigs, con los que compartió escenario. El disco se cierra con "Viento cruzado" en la que vuelven los ecos a Laurel Canyon.

Un disco notable que vuelve a demostrar que este piloto es también un muy buen artesano en eso de hacer canciones que siguen los ecos de aquellos pájaros que volaban a ocho millas de altura en los 60 y los 70.

 

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