Gris Klein
Discos / Birds In Row

Gris Klein

9 / 10
Jaime Tomé — 12-10-2022
Empresa — Red Creek
Género — post hardcore

El trío francés de Laval vuelve con su tercer disco para suceder al genial “You, Me & The Violence” (Deathwish, 18), cuatro años después de éste, consiguiendo poner al oyente frente a una pared pintada de grises en la que los propios Birds In Row escupen sus vivencias llenas de incertidumbre, depresión y ansiedad fruto de la pandemia y la situación social global de los últimos años, dejando siempre un frente abierto a la esperanza.

Seguramente todos estemos cansados de leer noticias y oír cosas relacionadas con la pandemia, pero la realidad es inevitable y hay que aceptarla y asumirla. Cuando todo el mundo se paró, para muchos fue una suerte al suponer un respiro en sus actividades cotidianas más estresantes, pero lo que parecía resultar atractivo en un principio acabó por mermar la salud de las personas a todos los niveles. Si no era el virus, era la soledad y desesperación por no poder estar con tus amigos, pareja o familia, o por no poder disfrutar de un simple paseo o un viaje.

Todo lo que ha sucedido –y sigue sucediendo– en el mundo derivado de lo dicho ha dejado una huella difícil de borrar, pero que todavía no ha acabado con nosotros del todo. “Gris Klein” es un disco que ahonda en todas esas heridas en proceso de cicatrización desde el punto de vista de una persona daltónica que no es capaz de disfrutar de los colores como metáfora de la depresión, tal cual refleja la portada del disco (pintada por el propio B., guitarrista y vocalista): una persona tratando de disfrutar de un ramo de coloridas flores sumida en un estado depresivo que actúa como una especie de venda que impide apreciar la felicidad y el disfrute.

“Gris Klein” no trae cambios sustanciales en cuanto a lo que Birds In Row ya venían haciendo, pero esto no supone un problema cuando las cosas se hacen bien y de corazón. Canciones como la inicial “Water Wings”, que va creciendo hasta llegar al caos típico del post-hardcore y screamo, la desgarradora “Nympheas” o la genial “Daltonians”, donde se expone esa forma que tienen las personas de destrozarse unos a otros ya marcan el camino de lo que será el resto de un álbum empacado en cuarenta y tres minutos de angustia catártica.

Aunque en un principio el disco parezca encerrar un discurso derrotista sin más, las cuatro últimas canciones aparecen como un rayo de luz tenue que te abraza y consuela. Con “Trompe l'oeil” y “Rodin” comienza esa transición hacia la esperanza, una esperanza vital que no pretende negar los altibajos y recaídas de la realidad pura y dura pero que va abriendo camino en busca de la belleza de la unión y del amor dejando una inspiradora frase final en “Secession” que podría resumir todo el concepto: “si este mundo está enfermo, lo veremos morir de la mano en una secesión de colores”.

Las once canciones que Birds In Row han decidido presentarnos en su nuevo trabajo conforman, sin duda, una colección de temazos perfectamente construidos sobre una base de hardcore emocional que te asalta para profundizar en las miserias de la propia existencia pero que también te hace reflexionar sobre el encanto de poder tener a alguien a tu lado cuando tanto el mundo como tus propios pensamientos están en llamas. Podrá arder todo, pero seguiremos caminando sobre el fuego hasta que no nos quede aliento.

 

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