3, 2, 1... ¡Pedid vuestros deseos!

No fue una coincidencia que se proyectara una cuenta atrás para dar inicio al concierto de Travis Birds en La Riviera. Y es que su nombre hace honor al personaje protagonista de "Taxi Driver" (Travis Bickle) y, como si fuera una película antigua, el contador regresivo de diez segundos iba disminuyendo en la pantalla mientras  el público se encargaba de gritar los números.

La artista jugaba en casa y su hermana gemela, El Niño Lord.Cah, tuvo la responsabilidad de telonearla junto a Daniel Hernández (guitarra) y Félix el Brujo (percusión). En su EP, “Viejas Verdes”, se mezclan diversos géneros, fusionando sonidos tradicionales con otros más modernos. Es una “coplera rapera”, tal y como se define en sus redes sociales. Un estilo completamente diferente al de Travis. pero este era uno de los conciertos más especiales e importantes de su hermana y ella no podía faltar a la cita.

Hace apenas un mes que se lanzó “Perro Deseo” (Calaverita Records, 23), el tercer trabajo musical de Travis Birds, pero prácticamente todos los presentes coreaban y se sabían las canciones de su nuevo proyecto. Su presentación en la capital madrileña empezó con el tema que abre el disco “A veces sueño”, mientras Travis Birds se presentaba vestida prácticamente como una boxeadora para iniciar su propia velada del deseo.

Para ello contó con la ayuda de Tato Latorre, productor de la canción que pone nombre a su último disco y con DePedro en “Urgente”, una de las dos colaboraciones del LP. De hecho fue empezar a sonar la introducción del tema, cuando alguien entre el público susurró a su acompañante “ojalá saliera Depedro ahora” y su deseo (y el de toda la sala) se hizo realidad.

Llegó el momento de cantar “Cuando Satán vino a verme” que, según la madrileña, está basado en hechos reales y justo por eso le pidió a Dios que estuviera presente. Mientras sonaba, el videoclip del tema se proyectaba, a la vez que luces rojas y azules iluminaban el escenario. Para otras canciones los visuales del álbum fueron los encargados de poner fondo a temas tan especiales como “Grillo”, su colaboración con Leiva, canción que cogió forma gracias al músico y productor, después de tenerla Travis guardada en un cajón durante mucho tiempo. Para interpretarla bastó con su voz únicamente, ya que Leiva no hizo esta vez acto de presencia.

La banda cobraba un papel fundamental en el escenario, destacando las trompetas y el trombón de Tony Molina, que resonaban en muchas de las canciones. Sin olvidarse de la batería de Yoyo, de la guitarra eléctrica de Álvaro Cuberris, “su mano derecha”, aunque este a su izquierda y de Jacob Reguilón al bajo, el “tipo que ha grabado más discos en este puto país, aunque me ha pedido que no lo dijera”. La artista también tocó diversos instrumentos durante su actuación, pasando de la guitarra al piano, destacando su versión acústica de “Coyotes”. Una escena completamente íntima en la que un solo foco la alumbraba a ella. Una voz dulce y desgarradora que empezaba con un simple “te quiero” con el que continuaron coreando la letra las dos mil almas que llenaron la Riviera. Está claro que la canción que forma parte de la BSO de la serie “El Embarcadero” es un himno.

“Nunca había pedido esto” comentó Travis al proponer a los asistentes que pusieran las linternas de sus móviles para iluminar la sala en “Un poco romántica”. La artista preguntó si los presentes eran románticos y al ver sus reacciones positivas replicó que “el romanticismo no había muerto”.

La artista incluyó también temas como “Madre conciencia”, “Maleza” y “Bolero para una trompeta”, presentes en su segundo trabajo, “La costa de los mosquitos”(21). A la vez que repasó su versión de “Bésame mucho” o la contestación a la mítica de Sabina “19 días y 500 noches más”. Tampoco se olvidó de su primer álbum Año X” (16) con  canciones como “Maggie 1983”, “Eduardo” y “Thelma & Louise”. En esta última, apareció a colaborar su “faro”, El Niño Lord.Cah, que “se parece mucho a ella, pero tiene más talento”. Su compañía sirvió para acabar el show por todo lo alto y convertir aquello en una fiesta que recordarán todos los asistentes.

No se cansó de agradecer a su público y les pidió que se atrevieran a soñar junto a ella. Y es que la ensoñación de todos los presentes, no era muy difícil con los deseos que habían estado flotando en el ambiente. La transparencia al narrarlos, hace que no sea complicado entrar en el universo musical que ha creado Travis Birds.

Ahora la gira continua por diversas salas de España. Será todo un viaje musical en el que recorrerá diversos géneros de la mano de un voz única.