Melancolía y músculo
ConciertosRepion ...

Melancolía y músculo

8 / 10
Dave Blanco — 26-05-2025
Fecha — 17 mayo, 2025
Sala — Sala BBK (Bilbao)
Fotografía — Dave Blanco

La última jornada del ciclo Punto Zero 2025 en la sala BBK volvió a dejar claro que el formato funciona. Pese a su discreta escala, el evento ha demostrado una capacidad notable para convocar a un público fiel, curioso y diverso, dispuesto a dejarse sorprender por propuestas de distinto calado. Para cerrar la edición de este año, el cartel local combinó la melancolía luminosa de Airu con la descarga directa de Repion. Dos maneras de canalizar las emociones, pero una misma implicación.

Airu tuvieron que lidiar con problemas técnicos nada más comenzar: el bajo decidió dar guerra y obligó a la banda a retirarse temporalmente para solucionarlo. Una vez subsanado, retomaron el show desde cero, como si nada hubiera pasado. El estilo de la banda bilbaína destila una melancolía lánguida, casi líquida, ideal para días bajos, pero sin caer en lo plomizo. Los arreglos de teclados crearon atmósferas brumosas, con ese punto vintage que tanto caracteriza su sonido, y en algunos tramos, con la presencia simultánea de dos guitarras, los temas ganaron claridad y contundencia. El concierto fue creciendo progresivamente hacia un pop rock más vitalista y bailable. Hubo espacio para una versión delicada y desnuda del tema "Anegauta" de TOC. El euskera también sonó arropado por el público cuando Irune bajó con su guitarra a interpretar un tema en solitario. Un momento especialmente íntimo. El tramo final del set se llenó de luz, cerrando con una notable "El Sol", que hizo honor a su título.

Tras el cambio de set y con el ambiente deseoso del público, Repion irrumpieron con energía para poner el broche al ciclo. El trío santanderino desplegó uno de los directos más potentes de todo Punto Zero. El nombre del grupo se proyectaba al fondo en letras negras sobre rojo, mientras las hermanas Marina y Teresa Iñesta, junto a la bajista Iris Banegas, ofrecieron una lección de pop-rock crudo, directo y efectivo. El retraso acumulado por la banda anterior les llevó a comprimir al máximo su repertorio, prescindiendo de largos parlamentos y centrándose en lo importante: tocar.

La voz de Marina brilló durante toda la actuación, y los coros de Teresa reforzaron las melodías con precisión y fuerza. Iris, muy expresiva y enérgica, se adueñó del escenario con movimientos constantes, aportando dinamismo y actitud. Las hermanas intercambiaron instrumentos en varios temas, sin que el empuje de las canciones se resintiera lo más mínimo. En piezas como “Vienen de Pasárselo Bien” o “Ciudad de Vacaciones” se impusieron los aires de garaje y punk-pop que tan bien manejan. Uno de los momentos más sorprendentes de la noche llegó con una versión de "Inevitable" de Shakira. Las voces de las hermanas confluyeron con naturalidad y emoción, y lograron una interpretación que consiguió encajar perfectamente con la energía del set, siendo algo más que un simple guiño o concesión pop: una versión rotunda y muy bien resuelta. "Monstruos de Río", todo un himno creciente, fue sin duda lo más celebrado de la noche. En su ejecución, el público se volcó, vitoreó y aplaudió como si de un final de gira se tratara. También hubo tiempo para registros más calmados y profundos, como “Canto a la Luna”, donde el trío demostró que su intensidad no está reñida con los medios tiempos.

Con sus cortes más conocidos como colofón y un público ya completamente entregado, Repion cerraron esta edición de Punto Zero con la demostración de que el rock clásico, cuando se toca con convicción y honestidad, sigue siendo una fórmula infalible. En un ciclo pensado para nuevas sensibilidades y sonidos más contemporáneos, el golpe final lo dió un power trío, contundente y sin rodeos. Y eso también es presente.

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.