El mejor resumen (en este caso por contraposición) del paso de Pop Levi por Madrid está en uno de sus hits, “Pick-me-up Uppercut”, que pasó casi de puntillas, como atemorizado ante la descarga de distorsión y rock que dominó una hora justa de concierto. El de Liverpool, afincado en Los Ángeles, optó por desterrar todos los matices de su debut, “The Returno To Form Black Magick Party”. Si el disco está sobreproducido, su directo es todo lo contrario: fuera barroquismos, adiós al aliento pop, folk arrinconado. Si todavía nos preguntábamos por la nu-rave, a lo mejor resulta que es esto: una hora a piñón fijo, teatral, expresionista, monocorde, unos cuantos guitarrazos, contundente batería, efectos para dar y tomar, y una voz en agudo que empieza resultona y acaba cansando. Pros y contras del ex Ladytron y Super Numeri, revisitando el glam y devolviéndolo en una versión pesada y densa en el mejor sentido. Un Marc Bolan pasado de vueltas. Despachó “Sugar Assault Me” a las primeras de cambio y luego tuvo buenos momentos con “Blue Honey” y sobre todo “Mournin’ Light”, rotundo y hasta tosco, aunque, ya puestos, es lo que tocaba. Pop Levi puede ser una anomalía, aunque en su justo término: el que permite que sea uno de los hypes de la temporada; por eso, sorprende todavía más que la Moby Dick apenas registrase media entrada para asistir a una puesta en escena que poco tiene que ver con las formas casi dulces de su primer disco.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.