El sudor, el ruido y la furia
Conciertos / Viva Belgrado

El sudor, el ruido y la furia

8 / 10
Fermín Gámez — 10-05-2021
Fecha — 07 mayo, 2021
Sala — La Mecánica, Jaén
Fotografía — Juan Antonio Partal

Había ganas del desembarco en Jaén de los cordobeses Viva Belgrado, los pocos afortunados que esperaban en la Sala La Mecánica hervían de impaciencia esperando el envite de una de las mejores bandas que se pueden escuchar en este momento en nuestro país.
Añade a toda la expectación la situación actual, gente que no pisaba un concierto en medio año o más y la sensación de ver algo único e irrepetible.
Era la presentación de Bellavista (Aloud Music), último en llegar, culmen de su discografía que aúna el susurro y la rabia, paisajes eléctricos y letras escandalosamente únicas.

La banda escatima en ferias y abalorios, prefiere que la distorsión y la lírica hablen y suben al escenario como cuatro currantes del post hardcore, Ángel se pone de espaldas para tocar, ya están aquí.
Empezar con una triada mágica y el público es tuyo, mientras sonaba Una soga, Bellavista y Cerecita Blues la gente ya estaba en comunión total con ellos y el desgrane que se iba a vivir de su nuevo álbum iba a ser importante, el sonido era fuerte y alto, no dejaron ni un momento de vivir cada riff, no quisieron dar dos pases, se entendió al momento, hay que dar todo en uno.

Comprendes enseguida que aúnen seguidores alejados generacionalmente, cuando quieren son tan duros y crudos como unos Helmet, en otros momentos abordan el screamo, la emoción con nitidez o el grito descarnado, nuevos acólitos rezaban “esta gente sabe lo que hace demasiado bien”, bienvenidos a la secta muchachos.

La apisonadora rítmica de Ángel al bajo y Álvaro a la batería no os dejará nunca indiferentes, que necesario es para el alma de la banda que su corazón lleve la sangre con fuerza, Pedro y Cándido se reparten melodías, riffs y explosiones mientras que el segundo vocea, grita desesperadamente, y de alguna forma ese grito es de todos.

No podían faltar temas esenciales de Ulises (Aloud Music, Ltd), como Erida, la esencial Annapurnas (con la que casi literalmente tiraron la sala abajo, los vecinos la tararearan por meses) u otras de sonoridad especial como Por la mañana, temprano, e incluso himnos más lejanos de su trabajo Flores, Carne, Báltica, de preciosista inicio y de inesperado puñetazo sonoro, in crescendo hasta la agonía, y llegaba De Carne y Flor y proclamaba, y hería, y escuchabas:

“Cuando el cielo nos arranque las manos ya no estaré en armonía con mis entrañas
Es un impulso al vacío, la lucha por la lucha, una ceremonia animal
Guardo mi sangre guerrera desvistiendo la herida en tus ojos
El dolor me sienta bien, el dolor me sienta bien”.

Un concierto como una comunión con sus acólitos, una experiencia en tiempos dañinos, una banda en su mejor momento y un muro sonoro emocional, diferente e inolvidable, existe la música real y no está tan lejos, existen lugares donde escucharla y no están tan lejos, existe algo dentro de nosotros que despierta de vez en cuando, y bandas como Viva Belgrado son un despertador para una mañana de sudor, ruido y furia.

Gracias a sala La Mecánica por apostar fuertemente por la cultura, la contracultura o como queráis llamarlo, momentos como éste son los que nos van manteniendo vivos

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