Biohazard, la noche de los molinillos
Conciertos / Biohazard

Biohazard, la noche de los molinillos

8 / 10
Rojas Arquelladas — 27-10-2013
Empresa — In hardcore we trust/La Trinchera
Sala — La Trinchera
Fotografía — Víctor Hernández

La nostalgia del público suele ser un aliciente importante para que grupos se reúnan o sigan girando durante décadas con el único propósito de sobrevivir en un mundo donde o lo hacen con constancia o caen en un olvido que puede llevarlos a la absoluta miseria. Algo de eso cosquilleaba en el estómago de muchos de los treintañeros talluditos que nos reunimos en la malagueña sala Trinchera el pasado domingo. Por otra parte, el temor era comedido ya que los americanos habían firmado en 2012 un disco tan digno como "Reborn in Defiance". Pero allí, la mayoría de los presentes habían mamado molinillos y codazos a escuchas de dos obras imprescindibles del New York hardcore como "Urban discipline" y "State of the World Address" de 1992 y 1994 respectivamente. Pues bien, veinte años no fueron nada y cuando empezó a sonar ‘Shades of grey’ los primeros cuerpos comenzaron a volar y un pit alejado de la adolescencia volvió a devolver a Málaga el sitio que ocupó en esta música desde casi principios de los noventa.

Antes que los protagonistas de la noche habían tocado los portugueses For The Glory y Aehythmia, combos que causaron un efecto ‘vitrocerámico’ en el ambiente con recetas diferentes a la par que efectistas. Sin embargo, casi todo el respetable se reservó para el plato fuerte de la noche. Billy Graziadei y los suyos tocaron poco más de una hora, pero casi nadie exigió nada más. En 60 minutos sonaron himnos de la talla de ‘Punishment’, ‘Tales from the hard side’ o ‘Five blocks to the subway’’ junto a piezas del siglo XXI. Todas tocadas e interpretadas con sus saltos, sus poses y un discurso de unidad y respeto, que, aunque manido, siempre levanta más de un abrazo. Un conjunto que puso en la boca de casi todos, una sonrisa digna de una mañana de Reyes Magos. Una sonrisa producida por un par de programadores locos que están haciendo que Málaga sea parada obligatoria, de nuevo, para referencias internacionales de los sonidos más viscerales e intensos. La Costa del Sol vuelve a sonar bruta.

Un comentario
  1. You get a lot of respect from me for writing these helpful arlectis.

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