Erudito en Bilbao
Conciertos / Ángel Stanich

Erudito en Bilbao

9 / 10
Gonzalo Arranz — 29-03-2022
Fecha — 24 marzo, 2022
Sala — Kafe Antzokia, Bilbao
Fotografía — David Mars

Ya le tocaba a Bilbao en ‘El Volver’ de Stanich y el artista cántabro aplastó con un recital de más de dos horas en una plaza que le gusta. Ofreció lo que se esperaba de él, una crónica enérgica y costumbrista de la actualidad en la voz de un contador único y necesario en la escena. Esta vez, además, sorprendió a los presentes con un amplio conocimiento de la capital vizcaína, en una arenga memorable en la que cupo lo ilustre y lo cutre de la villa: del ‘Txopo’ Iribar a Santiago Abascal, pasando por el Olentzero y Patricia Gaztañaga.

Por muy infinita que sea la trinchera se puede salir fuerte de ella. El LP “Una Ambición Global Bastante Aproximada” y el ambicioso “Polvo de Battiato” revelan un gran estado de forma que se percibe en el escenario. Arrancó con la mesiánica “El Volver”, con la que había roto un silencio de más de dos años; para continuar con la ya coreada “Rey Idiota” y “Una temporada en el infierno”, que funciona como un tiro en el directo. La máquina carburaba a pesar de la ausencia de Victor Pescador, guitarrista habitual de la banda. “Les salvó el culo, y de qué manera”, en palabras de Stanich, ‘Mara’ Guille Rubio, integrante de bandas como Bruna.

Aparecieron las canciones ya veteranas que los acólitos agradecen: “Un día Épico”, “Carbura” y “Qué será de mi” resonaron en las gargantas como los clásicos que son.  Destacó después el “paseo bucólico” de “Dos Boy Scouts de Mierda”, una pieza en torno a las apariciones marianas de Garabandal que en el panorama nacional solo puede firmar un autor como él.

La masculinidad tóxica y la ranciedad patria recibieron de lo lindo con la muy reivindicable “Tu Alfredo Landa” y la crítica brillante que representa “Señor Tosco”. Con el público ya entregado al encanto lisérgico de los relatos, el narrador se permitió hasta asumir un alter ego local, un profesor de filosofía y de antropología de la Universidad de Deusto llamado Patxi. Eso fue antes de brindar al público un agitado descanso bajo luces rosas en una “Motel Consuelo” en la que inevitablemente se echó de menos a Nina de Juan, única colaboración de su último disco. Cerró con un trío de ases que arrastró a bailar hasta al bilbaíno más ortopédico: “Escupe Fuego”, “Metralleta Joe” y “Mátame Camión”.

La fiesta terminó al ritmo del mítico “Centro Di Gravità Permanente” del mentado Franco Battiato. El público ovacionaba a la banda y a un Stanich que se resistía, bailón, a dejar el escenario. El respetable del Kafe Antzokia reconoce a esa rara avis que es el cantautor santanderino y este seduce y se deja querer. Día épico tras día épico, el ‘Botxo’ le acoge como a uno de los suyos.

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