Shortcomings
Comics / Adrian Tomine

Shortcomings

9 / 10
Laura Madrona — 09-08-2022
Empresa — Sapristi

He de admitir que siento una debilidad especial por Tomine. Y la culpa la tiene "Rubia de verano", por tratarse de la primera obra que leí de este autor, una de esas lecturas que me remite con cierta nostalgia a una época iniciática donde descubrí algunas de las mejores voces de la novela gráfica norteamericana: Daniel Clowes, Seth, Chester Brown… Y Tomine.

Supongo que Tomine me gusta porque es tremendamente fácil verse reflejado en sus personajes y sus historias, incluso cuando éstas rehúyen la cotidianidad, como es el caso de los seis relatos que componen Intrusos, primera obra del autor editada en Sapristi. Además, después de leer "La soledad del dibujante", una suerte de entrañable y divertida autobiografía que compila los momentos vitales más bochornosos e incómodos del autor, uno se da cuenta en seguida de que hay mucho de Tomine en esos personajes. Un buen ejemplo es Ben Tanaka, el protagonista de "Shortcomings", novela gráfica de 2007 que es, desde mi punto de vista, y con la perspectiva de los años, su mejor obra.

A pesar de no tratarse de una historia excesivamente larga, resulta una anomalía dentro de la trayectoria de este autor que ha desarrollado prácticamente toda su obra a través del relato corto, un género difícil de dominar, donde no puede sobrar ni faltar nada, como en el engranaje de un reloj (pienso en Carver o en Borges, el non plus ultra del género). Y en esto Tomine es, sin duda, un maestro artesano. Sólo hay que echar un vistazo a esos trabajados y perfeccionados diálogos que, no obstante, no resultan artificiosos o forzados, sino todo lo contrario.

Tomine es un gran observador de la realidad y, desde sus páginas, nos hace a nosotros observadores para que saquemos nuestras propias conclusiones. En "Shortcomings" asistimos al declive inexorable de una pareja, tema alrededor del cual pivotan otros no menos importantes, como la crisis de los 30 o la racialidad. La pareja, Ben y Miko, tras años de relación, se encuentran en una encrucijada cuando ella decide trasladarse a Nueva York en busca de oportunidades profesionales con las que crecer. Es muy fácil advertir, tras la lectura de las primeras páginas, que a Ben le va a ser complicado adaptarse a esa nueva situación debido a esas deficiencias (traducción de “shortcomings”) que arrastra como amargado treintañero sin ambición incapaz de aceptar los cambios. Lo cierto es que la obra de Tomine está llena de personajes que fallan y fracasan en encontrar su lugar. Pero consigue ahorrarnos el drama con un recurso que este autor domina excelentemente: el humor. Ben nos puede parecer patético en ciertos momentos, e incluso odioso. Sin embargo, su carácter está tan bien perfilado, y nos llega a parecer tan tangible y humano, que resulta tarea imposible no empatizar con él.

Esta es la tercera obra de Tomine editada en Sapristi y espero que no sea la última. Quizás la única pega que puedo sacarle a este excepcional narrador es no ser un autor súper prolífico. Me gustaría tener un Tomine en las manos cada año, pero en su caso podemos aplicar dos dichos populares que le van como anillo al dedo: lo bueno se hace esperar y lo bueno, si breve, dos veces bueno.

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