Somos una sociedad asquerosa y encima llevamos móviles. El otro día el redactor jefe de Mondo Sonoro me paró en el metro y yo seguí mirando el móvil hasta postear la enésima mierda que tenía en mente (luego ya nos miramos a la cara y nos pusimos a hablar como personas civilizadas). Damos asco de verdad, y Marlene Krause no solo lo ha detectado sino que ha sido capaz de retratarlo en nueve magníficas breves piezas gráficas donde quedamos como lo que somos: unos idiotas redomados. A Krause la tenemos controlada porque le hemos ido comprando sus fanzines y sus goodies (no puedes no tener su brillante calendario de 2017 o su camiseta de la caca) en el Gutter, el Graf y allá donde se presente, pero hacía falta una obra magna y aquí la tenemos.
Krause es tan buena observadora que da miedo; sus microhistorias te dejan con la boca y con el culo torcidos porque hablan de tu mundo de autobuses que se escapan, de abuelas que necesitan tatuarse, de heladerías donde pides algo que luego ya no quieres, del sempiterno grafitti “Farlopa”, de los canis haciendo el cani en el polígono y de los putos móviles jodiéndonos la existencia. Vivimos dentro de esos aparatejos del demonio y vemos el mundo desde ellos, damos asco. Si a eso le sumas que quizá será el cómic con el mejor título de este 2019, habemus clásico indie.
Octavio, estás fatal.