El murciélago sale a por birras
Comics / Álvaro Ortiz

El murciélago sale a por birras

7 / 10
Alex Serrano — 22-06-2020
Empresa — ¡Caramba!/Astiberri

Zaragoza. Un lunes cualquiera del confinamiento de madrugada. En una casa lóbrega y bastante desordenada –aunque extrañamente coqueta– el dibujante Álvaro Ortiz, después de cenar, ha intentado dar salida a algunas de las ideas que tiene apuntadas en un cuaderno tipo Moleskine. La mayoría de sus páginas están pobladas de autorretratos, ataviado con una chaqueta con capucha y desnudo de cintura para abajo, pero hay varios párrafos aquí y allá y algunas frases sueltas como “vampiros baturros”, “space opera amiguetil con acento uruguayo”. El impulso inicial cede pronto, y la desidia le lleva a encender la Switch e intentar medrar (“esta vez sí, piensa”) en “Animal Crossing”. Tras varias horas poco productivas, se rinde ante su total inoperancia en la compraventa de nabos. Se acuesta a las tantas.

Martes. 16:30. El dibujante yace en su sofá en pijama tras descartar hacer la colada (“seguro que llueve y, total, no voy a salir”, es su excusa). Tiene unas lentejas al fuego. Ha intentado, infructuosamente construir vallas de setos (primero) y un muro con tejadito rollo oriental (después) para su vivienda virtual en territorio Nintendo. Después de casi estampar la consola portátil contra la pared de pura frustración, se pone a leer unas grapas del Batman de Tom King. “No está mal. Un poco derivativo. Lo del romansito con Catwoman, poco trabajado. Yo esto lo hago mejor, la verdad. Si quisiera”. Se despereza. Se levanta a hacer pis. Mira al suelo del baño. Ahí sigue el cepillo de dientes. Todo en orden. Se mira al espejo. Se mesa la barba y se pasa la mano por el pelo. “Una cervecita me tomaba”, piensa. Va a la cocina. Abre la nevera. Un pimiento ennegrecido y mohoso, un cartón de leche a medias, un cepillo de dientes (“anda, estaba aquí”) y un tupper con un caldo primigenio que en su momento debió ser una crema de calabacín le contemplan desde el interior. Ni una cerveza. Cero. Nada. “Ufff, voy a tener que salir a hacer la compra. Urgente”. Cierra la nevera. Se tumba en el sofá. Retoma el tebeo de Batman. El Hombre Murciélago y Catwoman mantienen una (otra) conversación intrascendente desde la azotea de un edificio de Gotham. “El caso es que me apetece mucho una cerv... ESPERA UN MOMENTO”. BOOM.

Este es un relato no oficial (al principio, un poco en plan risas) de cómo se gestó “El murciélago sale a por birras” de Álvaro Ortiz. O puede que sea un fanfic. “El murciélago sale a por birras” es un relato no oficial sobre Batman originalmente serializado en Instagram (al principio, un poco en plan risas) que ha acabado siendo publicado por Astiberri/¡Caramba! en formato físico. O puede que sea un fanfic.

“El murciélago sale a por birras” es digno hijo de un 2020 que está demostrando que todo es posible por descabellado que parezca. Y no, no me refiero a que por fin Álvaro Ortiz vuelva a publicar un cómic (aunque un poco también). Que un pasatiempo parodia-homenaje se haya convertido en un fenómeno en redes sociales que ha “obligado” al dibujante a crear una historia de ciento veinte páginas es algo que pocos habrían anticipado. Pero es que, además es el mejor cómic de humor protagonizado por Batman y ambientado en el Universo Batman que vas a leer. Aunque, bueno, ya sabes, el protagonista no es Batman, ni está ambientado en el Universo Batman (guiño, guiño).

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