¡Asadora!
Comics / Naoki Urasawa

¡Asadora!

8 / 10
José Martinez Ros — 05-11-2021
Empresa — Planeta Cómic
Fotografía — Archivo

Los mangas de Naoki Urasawa (1960) suelen tener una secuencia inicial impactante. En este caso nos hallamos en el Tokio de 2020, donde ha ocurrido una catástrofe… pero no se trata del coronavirus. En vísperas de los Juegos Olímpicos, la capital de Japón ha sido atacada por una criatura gigante que, envuelta en humo de los numerosos incendios, avanza por la urbe, sembrando la destrucción a su paso, una escena que parece extraída de cualquier película de Kaijus.

Si conocemos la vasta obra de Urasawa y, por tanto, nos hemos adentrado en las páginas de “Monster”,“20th Century Boys”, “Pluto” o “Billy Bat”, sabemos que, a partir de ese comienzo enigmático, el genial autor japonés nos irá revelando de forma pausada, pero inexorable, una historia que se hará cada vez más compleja, en la se entrelazan una multitud de personajes –en muchos casos, de distintas épocas–, con una maestría heredada del gran Osamu Tezuka, “el dios del manga”, de quien fue asistente en sus inicios profesionales. Como en muchas de las obras de Tezuka, y es inevitable acordarse de “Adolf”, “Fénix” o “Ayako”, Urasawa tiene la capacidad de retorcer infinitamente su argumento, para atrapar al lector entre varias líneas temporales llenas de sorpresas, coincidencias y giros hasta un perfecto clímax final. Además, tendremos un protagonista carismático y empático que nos servirá de guía en su laberíntica trama.

En “¡Asadora!” lo descubrimos en cuanto retrocedemos en el tiempo… hasta 1959, a la ciudad de Nagoya, en la costa del Pacífico, que espera la anunciada llegada de un tifón. Nos hallamos en un Japón en pleno proceso de reconstrucción y desarrollo económico, pero donde aún quedan muchas huellas de la II Guerra Mundial. Una niña, Asa Asada, recorre las calles en busca de un médico, ya que su madre está a punto de dar a luz a un nuevo miembro de su numerosa y pobre familia. Asa es un personaje “urasawaniano” al cien por cien: un tanto maltrecha por la falta de cariño y las privaciones, pero valiente y tenaz. Sin embargo, después de cumplir su misión, por un equívoco un tanto cómico –y, en este caso, digno de una película del neorrealismo italiano–, es secuestrada por un ladrón bastante torpe, creyendo que es la hija del médico. El criminal, Haruo Kasuga, más que un malhechor es un sujeto desesperado, un expiloto de combate que lo perdió todo en la guerra. La pequeña Asa trata de explicarle el malentendido cuando el tifón se abate repentinamente sobre la ciudad, y se ven obligados a buscar refugio juntos. Cuando la tormenta se aleja, y Asa encuentra devastado e inundado su barrio, será Haruo quien la ayude a emprender la búsqueda de su familia… Por supuesto, en su pesquisa también hallarán algo más inquietante, porque si por algo es famoso Urasawa es por su capacidad para crear a lo largo de sus mangas un número casi inverosímil de cliffhangers.

“¡Asadora!” es todo aquello que los admiradores de Urasawa esperan… para lo bueno y lo malo: un misterio enorme, un dueto protagonista tragicómico y encantador, referencias a la historia y el folklore japonés, un dibujo irreprochable, diálogos magníficos, un final de vértigo… Todo está tan bien dispuesto y, al mismo tiempo, nos parece tan familiar a los lectores avezados de Urasawa que resulta, hasta cierto punto, poco sorprendente. Sin embargo, estamos seguros de que, a medida que los tomos se sucedan –hasta la fecha hay cinco publicados en Japón–, no serán precisamente las sorpresas las que falten.

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