Multi formato para acceder a uno de esos documentos valiosos como pocos. Doble CD más DVD, doble CD con Blue-Ray y doble vinilo. Para todos los gustos, vamos. Al final, cada uno tiene su interés, pero uno se queda con lo audiovisual y ver a Bruce Springsteen y su E Street Band en uno de sus mejores momentos.
Un material que ha trabajado Thom Zimny, colaborador habitual, entre otras cosas, de la película documental de “Western Stars”, penúltimo disco de Bruce. “Rápidamente me di cuenta de que eran las mejores interpretaciones y grabaciones en vídeo de los legendarios setenta de la banda, y me dediqué a sacarle todo el potencial a este material. Después de haber trabajado como director y editor principal para Bruce durante los últimos veinte años, puedo decir sin reservas que este nuevo film de noventa minutos restaurado, reeditado y remezclado es el estándar referente para Bruce y la banda en directo durante uno de sus mayores periodos creativos” dice el cineasta. Y no le falta razón. Porque se mire por donde se mire nos hallamos ante un Springsteen superlativo. Indiscutiblemente en el mejor momento de su carrera y en el mejor momento de la relación con su banda. Una película que recoge una selección de dos de sus actuaciones en el Madison Square Garden dentro del proyecto Musicians United for Safe Energy liderado por Jackson Browne. Una iniciativa que, por cierto, salvó el hijo favorito de Nueva Jersey, ya que hasta que se anunció su presencia la venta de tickets era paupérrima.
La banda está que se sale desde el principio con “Prove It All Night”, y Springsteen está tan explosivo como siempre nos habían contado de esos conciertos. Además, el repertorio es directamente imbatible. Con “Badlands”, “The Promise Land” o una “The River” que en aquel momento era la pieza inédita del show. Más, la cachonda “Sherry Darling”, la imperecedera e insustituible “Thunder Road”, “Jungleland” o ese “Rosalita (Come Out Tonight)” que siempre se me ha antojado una de las mejores canciones de Springsteen aunque nunca esté en los primeros puestos de las listas que los medios vamos elaborando de vez en cuando.
Quizá el punto negro de la actuación sea una “Thunder Road” demasiado acelerada. O no ¿quién sabe? Para el final, el “Stay” de Maurice Williams vía Jackson Browne, que colabora en la interpretación, el llamado “Detroit Medley” con clásicos de siempre, la instrumental de Gary U.S. Bonds “Quarter To Three” y el broche con ese “Rave On” que popularizó Buddy Holly, aunque original de Sonny West. De cuando Bruce Springsteen era el rey, vamos.
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