The Eddy
Cine - Series / Damien Chazelle

The Eddy

7 / 10
Jan Romaní — 04-06-2020
Empresa — Netflix

Si uno ha visto “La La Land” y “Whiplash”, dos de las mejores películas de los últimos años, no se sorprenderá al descubrir que la nueva serie de Netflix sobre un club de jazz de París tiene como director ejecutivo a Damien Chazelle. Batería de jazz antes que director de cine, su amor por este estilo musical es evidente en sus películas, y más evidente que nunca en “The Eddy”, donde trabaja junto al guionista Jack Thorne.

Aunque Chazelle solo dirija los dos primeros episodios, su estética personal impregna toda la serie. Los largos planos secuencia y el movimiento con la cámara al hombro generan una experiencia totalmente inmersiva en el París suburbial que retrata la serie. Esta creatividad estética evidencia la absoluta libertad con la que trabajan los creadores de la serie, algo que no tiene porque ser necesariamente positivo. Si bien nos permite gozar de largas escenas donde los personajes interpretan fascinantes piezas de jazz, también es verdad que hay que tener paciencia para ver avanzar la acción. Dicho de otra forma, “The Eddy” tiene más ritmo musical que ritmo narrativo.

Pero el argumento, muy rebuscado y con un toque de mafia que no termina de encajar con el tono de la serie, no es lo más importante. Lo más importante es el jazz. Esto explica que los actores sean músicos auténticos, pues están tanto tiempo actuando como tocando - y haciendo ambas cosas francamente bien. Las únicas caras conocidas que encontramos en “The Eddy” son Joanna Kulig, protagonista de “Cold War”, que encarna a la vocalista de la banda; y André Holland, conocido por aparecer en “Moonlight” y “Selma”, que interpreta al atormentado protagonista de la serie, Elliot Udo.

Udo es el dueño del club de jazz que da título a la serie y debe hacer frente a las complicaciones que se encuentra no solo por los problemas con la mafia sino principalmente por su incapacidad de mantener relaciones estables y sanas, ya sea con su hija adolescente o con los miembros de la banda. En este sentido, un acierto de la serie es centrar cada capítulo en un personaje distinto para hacernos entender las motivaciones y comportamientos de cada uno de ellos.

Al fin y al cabo, lo que observamos en “The Eddy” son un conjunto de personas rotas que buscan reencontrarse a través del jazz. Así, es cuando suena la música que más brilla la pantalla y nos adentra en el fascinante mundo del club de jazz y sus integrantes. La irregular trama termina quedando en un segundo plano frente a la magnífica banda sonora compuesta por Glen Ballard. Incluso por delante de Elliot y los demás personajes, es esa música la verdadera protagonista de la serie y la que te puede hipnotizar a ver los ocho capítulos de la temporada hasta el final.

 

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