Lansky

Dirigida y escrita por Eytan Rockaway (“The Abandoned”), "Lansky" es un biopic sencillo y efectivo, pero también superficial, en el que la figura del legendario Harvey Keitel brilla por encima del resto. Le acompañan en escena Sam Worthington, AnnaSophia Robb, Minka Kelly, David James Elliott y un gran John Magaro, encargado de interpretar a Meyer Lansky en sus años de juventud.

Fallecido a los ochenta años de edad en el año 1983, Meyer Lansky fue una de las figuras más importantes del crimen organizado judeoestadounidense, así como el dirigente del sistema financiero de lavado de dinero de la mafia. Aunque esta no es la primera vez que le vemos caracterizado en pantalla grande, sino que Lansky ha aparecido en muchas otras cintas. Podríamos hablar de “Bugsy” (interpretado por Ben Kingsley) y de “The Lost City” (interpretado por Dustin Hoffman), pero también de su peso como inspiración en la creación de personajes tan emblemáticos como los de Hyman Roth (Lee Strasberg) en “El Padrino II” o David ‘Noodles’ Aaronson (Robert de Niro) en esa obra maestra de Sergio Leone que es “Érase una vez en América”. Pero volvamos a la película.

En una época saturada por el cine de superhéroes y en manos de las mega producciones, “Lansky” recupera el estilo de cintas clásicas como “Chinatown”, apostando por un neo-noir moderno y bastante correcto. El problema es que a Rockaway le resulta imposible alejarse de ciertos estereotipos. El tratamiento de la vida del mafioso es muy superficial y no llega a aportar datos desconocidos o una visión que nos ayude a meternos en la piel del protagonista. Y eso a pesar de sus dos horas de duración.

La gran baza del film es, como decíamos unas líneas más arriba, la actuación de Keitel, seguida de muy cerca por la de Magaro. En cuanto a su punto más flojo, resulta sencillo apuntar que se trata de la trama pseudo-amorosa del personaje de Sam Worthington a la que Rockaway dedica demasiados minutos en pantalla y con la que es muy difícil conectar.

En resumen, “Lansky” no es el mejor biopic que podamos ver sobre una figura de la mafia, pero tampoco el peor. Está bien interpretada, bien rodada y tienen algunos momentos consistentes dentro de ese subgénero de escritores entrevistando a personajes extravagantes, perturbadores e inmorales.