Es sencillo empezar por la prescendibilidad de esta película. Si eres fan de la cinta original estrenada en 2009 y dirigida por Jaume Collet-Serra, “La huérfana: Primer asesinato” podrá entretenerte, pero serás consciente de su inferior calidad y de un menor presupuesto que no parece haberse aprovechado de la mejor manera. Si eres nuevo, mejor dirígete directamente a la cinta de Collet-Serra, te harás un favor.
Dirigida por William Brent Bell (“The Boy”, “Stay Alive”) y protagonizada por la mini-asesina que nos aterrorizó hace trece años, Isabelle Fuhrman, esta precuela cuenta la historia de como Esther (Leena Klammer) se fugó del psiquiátrico ruso en el que se encontraba internada para recalar en una familia estadounidense haciéndose pasar por su hija desaparecida.
Sin el encanto de la primera cinta, esta precuela denota un aroma a telefilme desde el primer minuto, navegando en tierra de nadie estilísticamente hablando y frustrando cualquier expectativa. El resultado acaba siendo previsible en todo momento (salvaríamos los giros de documental true crime), víctima de unas conveniencias de guion de lo más alarmante. Incluso los efectos visuales resultan excesivamente genéricos y sin alma propia. Resumiendo, una decepción que difícilmente justifica su estreno previo en cines.
Pese a todo ello, no podemos obviar que Isabelle Fuhman continúa resultando totalmente terrorífica, volviendo a aterrorizarnos con su carismática presencia en pantalla. Pero ese magnetismo malsano no es suficiente para salvar una película entretenida en algunos momentos, muy decepcionante en otros y que se muestra incapaz de aprovechar el verdadero potencial de su franquicia.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.